Tanto Laura Chinchilla, como Luis Guillermo Solís, dieron entrevistas a medios internacionales donde externaron sus visiones sobre los problemas actuales en la región.
Dos expresidentes costarricenses fueron entrevistados por medios internacionales sobre la situación política en distintos países de América Latina.
La primera de ellas fue la exmandataria de la República entre 2010 y 2014, Laura Chinchilla, quien conversó con el medio CNN Chile y se refirió al auge de discursos populistas y hasta autoritarios en naciones de la región.
Según Chinchilla, este tipo de movimientos se han nutrido del descontento generalizado que se ha generado en los países, producto de malas administraciones.
“Cuando los pueblos sienten temor, de alguna manera, sacrifican o están dispuestos a sacrificar las libertades con tal de que líderes fuertes, sin importar sus convicciones, les brinden salidas a sus temores. Creo que estamos viviendo un poco eso. Es decir, ciudadanos atemorizados, muchas veces con causas razonables y explicables, que hacen una apuesta ciega a líderes populistas que con cantos de sirena pretenden arreglar, como por arte de magia, los problemas que agobian a los ciudadanos. Lo único que se consigue es un círculo vicioso de deterioro de la democracia”, mencionó Chinchilla.
Para la expresidenta, es necesario fortalecer los procesos democráticos en los países latinoamericanos para que las personas confíen en el sistema.
“Yo sí creo que hay un trasfondo importante y hay un mensaje importante para quienes hemos gobernado en democracia y es que hay que hacer más. Tenemos una gran obligación por que la democracia no sea solamente ese conjunto de procedimientos, valores y reglas que orientan la convivencia política en una sociedad, sino que además tenemos la obligación de que esa democracia responda de manera más eficaz, de manera más oportuna las demandas ciudadanas. De lo contrario y particularmente cuando hablamos de generaciones que no conocieron la pérdida de la democracia, seguiremos viendo más líderes populistas sin soluciones pero con un discurso muy efectivo que apela, precisamente, a esas emociones de los ciudadanos, sacrificando principios tan importantes como la libertad y la democracia”, agregó la expresidenta.
Además, el exmandatario de la República entre 2014 y 2018, Luis Guillermo Solís, habló con el medio de comunicación DW y también brindó su visión sobre la problemática que conlleva el surgimiento de liderazgos populistas en Latinoamérica.
“Estamos viviendo un momento de graves problemas en toda la región en materia democrática. Los índices que se han revelado en los últimos días, todos los índices publicados indican que hay una desconfianza generalizada en América Latina respecto de las democracias que en ella existen. El efecto del populismo, ese fenómeno que no exclusivamente latinoamericano pero que aquí se está expresando con gran fuerza, esta tentación de mantenerse en el poder y utilizar el poder de manera selectiva para atacar a la oposición política, la corrupción, que desafortunadamente en muchos países se ha asentado de manera muy fuerte y la debilidad de las instituciones que son las que deben tutelar el desarrollo de la democracia, son todos fenómenos que han dejado a los países latinoamericanos con grandes dudas de parte de la ciudadanía de si la democracia es un sistema que funciona para resolver sus problemas cotidianos”, señaló el expresidente.
Finalmente, Solís se refirió al debilitamiento que han sufrido algunas democracias en la región y habló del caso de Guatemala, donde asegura que se vive un golpe de estado luego de la elección del presidente electo, Bernardo Arévalo.
“Estamos ante un golpe de estado que se está desarrollando. Es un golpe de estado distinto a los que vivimos en el pasado, donde las instituciones militares tomaban el poder. Este es un entramado, un verdadero ecosistema de corrupción. Lo que en Guatemala se conoce como el pacto de corruptos que creo existe sin lugar a dudas. Es un conjunto de fuerzas, de poderes fácticos que se han impuesto sobre las instituciones y que constituyen hoy una amenaza que se extiende desde los niveles nacionales presidenciales hasta el nivel municipal. Es decir, estamos ante un conjunto de fuerzas civiles, algunas en activo. Del sector privado, que está muy dividido donde hay sectores muy honrados apoyando el proceso democrático, pero otros se han sumado a esos poderes fácticos que incluyen, desafortunadamente, al crimen organizado transnacional”, añadió Solís.
