Deportista quiere ser la primera tica en llegar a la cima de la montaña más alta del planeta. En 2023 estuvo muy cerca de conseguirlo.
Ligia Madrigal llegó a Nepal a inicios de abril. Actualmente está en una etapa de aclimatación que incluye prácticas con cuerdas, cruce de grietas con escaleras, así como ascensos y descensos de preparación en la base de la montaña o en zonas aledañas.
El imponente monte Everest tiene una altura de 8.848 metros sobre el nivel del mar. La deportista describe el lugar como un sitio hermoso que representa un reto mayúsculo en su vida. Ahí está latente el temor a los riesgos que se corren en la expedición o a que suceda algo que le impida lograr su meta.
Madrigal asegura que es natural sentir miedo pero tiene la determinación de enfrentarlo y vencerlo. En el 2023, ascendió hasta los 8.000 metros pero problemas de logística, ajenos a su control, le impidieron llegar a la cumbre.
“Hay que estar todo el tiempo preocupado de si el cuerpo va a reaccionar bien a la altura, si va a tener la fuerza, si el entrenamiento que se hizo fue suficiente para soportar los retos físicos y mentales tan fuertes que voy a enfrentar. Estoy aquí con la oportunidad de tener mi revancha, de terminar este reto que me propuse y que el año pasado estuve tan cerca de lograr”, dijo.
“Aunque estoy muy feliz por la oportunidad, al mismo tiempo me da mucho susto. Ya estando aquí me acuerdo de todas las cosas que tuve que vivir y que voy a tener que vivir de nuevo y… pues sí… me da un poco de miedo. A mí me dicen valiente; la verdad es que no soy tan valiente, soy bastante miedosa pero me gusta enfrentar esos miedos”, añadió.
La escaladora comentó que tuvo una buena preparación y ahora cuenta con más herramientas para alcanzar el objetivo en cuanto a conocimiento del lugar y de sus capacidades. “Espero que esta vez Dios, la montaña, el clima, mi cuerpo y mi mente me permitan lograr esta meta con éxito”, recalcó.
Una de las decisiones más importantes en esta expedición fue cambiar de compañía. El año pasado no le satisfizo del todo la atención que recibió y por eso optó por buscar una empresa de menor tamaño donde tuviera más atención y un mejor guía.
De momento es prematuro definir cuándo será la fecha para “intentar cumbre”, como dicen en el montañismo. El clima es cambiante. La ventana podría estar entre el 14 y el 24 de mayo.
La voz de Ligia se quebró cuando le preguntamos por su familia. Entre lágrimas dijo que los extraña mucho pero, al mismo tiempo, sabe que ellos la alientan incondicionalmente para que esté ahí.
“Soy súper bendecida de que mi familia me apoya muchísimo y… ha sido duro para mí separarme de ellos. Todo este trabajo de cinco años… (se le corta la voz) realmente los extraño muchísimo. Ellos me apoyan al 100 y yo estoy aquí dando lo mejor de mí”, expresó sin poder contener las lágrimas.
Luego de un respiro, Madrigal quiso enviar un mensaje a sus familiares y espera que el regreso a Costa Rica sea con la misión cumplida.
“Espero que estos días pasen rápido; voy viviendo un día a la vez, cumpliendo, dando lo mejor de mí y espero en un mes estar de vuelta en Costa Rica para abrazarlos y si Dios quiere celebrar juntos el haber logrado este objetivo que hemos trabajado durante cinco años con muchos sacrificios a todo nivel”, enfatizó.
