Especialistas conversaron con Noticias Columbia sobre la actualidad y los retos que enfrenta el PANI, así como el intento del Gobierno de nombrar en la presidencia al fiscal, Edgar Ramírez.
Este lunes, la Corte Plena del Poder Judicial decidió no reconsiderar la posibilidad de otorgar un permiso, sin goce de salario, para el fiscal Edgar Ramírez, quien era el elegido por el Gobierno para ejercer como presidente del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
En Noticias Columbia conversamos con dos especialistas en materia de niñez y adolescencia para comprender los retos y la actualidad del PANI.
Para el investigador del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (INEINA) de la Universidad Nacional (UNA), Pablo Chaverri, el intento del Poder Ejecutivo para nombrar al fiscal Edgar Ramírez, pudo haber traído problemas a la gestión de la institución.
“Sí me preocupó mucho que se diera prioridad a alguien proveniente de una institución cuyo carácter es represivo. El Ministerio Público tiene una función, esencialmente, de represión, de persecución. Esa es su función legal. El PANI no es eso. No es eso. Yo creo que, en el fondo, ni siquiera conozco a la persona (Edgar Ramírez), pero dime de dónde vienes y te diré quién eres. Necesitamos a alguien del propio campo de niñez y adolescencia”, manifestó el investigador.
Además, Chaverri se refirió a la Política Nacional de Niñez y Adolescencia, la cual no está vigente desde el 2021.
Según el experto, es importante que se tomen ciertas medidas preventivas desde el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia.
“Se requiere una visión integral de todo lo que es el sistema nacional de protección integral. Esto se maneja a través del Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia que, en época de doña Gloriana (López, expresidenta del PANI), sesionó una o dos veces, si no me equivoco, pero debe sesionar al menos una vez al mes para dar seguimiento, articulación, coordinación, estrategia y dirección a este proceso de creación de la actual Política Nacional de Niñez y Adolescencia, que es un compromiso del país ante la población de niños, niñas y adolescentes y ante la Convención de los Derechos del Niño, de la cual Costa Rica es firmante”, agregó Chaverri.
Por su parte, la coordinadora del Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA) de la Universidad de Costa Rica, Laura Rivera-Alfaro, señaló a Noticias Columbia que la falta de una figura permanente en la presidencia del PANI, puede generar diversas afectaciones.
“Afecta el quehacer, no solamente del PANI, sino especialmente su rol de ente rector, ya que ante la ausencia de una representación en el más alto nivel político que tenga una visión estratégica para guiar a la institución, ante la ausencia de espacios de coordinación institucional como las sesiones del Consejo de Niñez y Adolescencia se debilita la toma de decisiones a partir de criterio técnico de personas profesionales del PANI que tengan expertiz en temas de protección integral, en un contexto social donde vemos el aumento de temas como la violencia, la criminalidad y la violación de derechos para las niñas, niños y adolescentes”, detalló la coordinadora del PRIDENA.
Rivera detalló algunos de los principales retos que atraviesa, actualmente, el Patronato Nacional de la Infancia.
“La necesidad de incorporar el enfoque de protección integral, en todos los niveles de la ejecución de las instituciones públicas. Esto es difícil debido a la ausencia de una Política Nacional de Niñez y Adolescencia que esté vigente, además de la dificultad de que el Consejo de Niñez y Adolescencia sesione, ya que solamente ha sesionado una vez en el actual periodo gubernamental, lo que sin duda dificulta la coordinación necesaria para que el sistema de protección integral, que funciona desde el nivel más alto, hasta los niveles comunitarios, tenga una ejecución articulada, guiada por decisiones políticas que tengan como sustento el mayor interés para todas las niñas, niños y adolescentes de este país”, añadió Rivera.
Finalmente, el especialista del INEINA, mencionó algunas medidas para prevenir problemas que afectan a la niñez y la adolescencia en el país.
“Un primer elemento, en mi opinión, es una política nacional de crianza de hijos e hijas, donde el PANI empiece a desarrollar, de manera robusta, ese rol de ser el rector en materia de crianza y cuido para que podamos empezar a construir una nueva cultura basada en la paz, en los derechos y en las responsabilidades de la persona adulta y menor de edad. Es ahí donde se construye democracia, civismo, la paz y la salud mental en su base”, apuntó Chaverri.
