En entrevista con Columbia, el académico y exprisionero político nicaragüense se refirió a las declaraciones del presidente Chaves en CNN. Foto: Agencia EFE.
El exaspirante a la presidencia de Nicaragua, Félix Maradiaga, fue uno de los 222 presos políticos liberados el 9 de febrero del 2023 y enviados a los Estados Unidos para su exilio.
Madariaga es líder de oposición y fue secretario general del Ministerio de Defensa durante el gobierno de Enrique Bolaños (2002-2004).
En junio del 2021 fue detenido y el 2 de julio del 2022 recibió una condena de prisión por el supuesto delito de “menoscabo a la integridad nacional en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad nicaragüense”.
El académico corrió la misma suerte que otros opositores de Daniel Ortega que intentaron competir contra él en las elecciones. Denunció que su arresto fue injustificado y que su encarcelamiento se dio por razones políticas debido a que adversa al régimen actual.
En conversación con Noticias Columbia, Maradiaga, quien se encontraba en Washington, se refirió a la situación actual de su país y a la posición que dio el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, dio sobre Nicaragua en una entrevista con la cadena internacional CNN.
El periodista Fernando del Rincón preguntó a Chaves si calificaba a Nicaragua como una dictadura, un gobierno autoritario o una democracia. El mandatario evitó entrar en calificativos.
“Yo ubico a Nicaragua como un vecino a través del cual pasa nuestra mayor cantidad de comercio internacional vía terrestre. Obviamente, Costa Rica ha expresado su opinión con respecto a Nicaragua en los foros internacionales y hemos criticado las acciones del Gobierno de ese país como cuando ha violado los derechos humanos”, dijo el Presidente tico.
“Esa es nuestra posición, tenemos que tener una posición pragmática de tratar de ser buenos vecinos mientras comunicamos nuestra visión del mundo que es una de democracia y libertad”, añadió.
Aunque Maradiaga indicó que no pudo escuchar la entrevista en CNN, aceptó responder consultas con base en la información que este medio le brindó. Además, dijo que conoce muy bien la posición oficial de Costa Rica sobre este tema e incluso la comprende.
Escuche aquí la entrevista:
“Aunque no he conversado con el señor Presidente (Chaves), he conversado con distintos funcionarios de muy alto nivel que representan la política exterior de Costa Rica”, explicó.
“Costa Rica, aunque ha cambiado de Gobierno, no ha variado en general, su comportamiento internacional en denunciar las violaciones a derechos humanos. El Estado costarricense ha sido patrocinador de varias de las resoluciones que llaman a la recuperación de la democracia en Nicaragua”, destacó.
Sobre las manifestaciones de Chaves en CNN, aseveró que entiende que el mandatario tico necesita proteger su relación comercial con Nicaragua y dar resultados a quienes lo eligieron.
“Podría estar, digamos en desacuerdo y podríamos decir que él podría ser más fuerte en todo esto, pero quiero decir, por otro lado, que comprendo estar en los zapatos de un Gobierno que quiere dar resultados en la generación de empleo y en las relaciones comerciales”, subrayó.
El académico manifestó que en Costa Rica se ha mantenido, “con algunos cambios de estilo y de tono”, las puertas abiertas a los perseguidos políticos nicaragüenses.
En cuanto a Daniel Ortega, Maradiaga dijo que quiere “atornillarse” en el poder y ha intentado aislar a Nicaragua para convertirla en una especie de Corea del Norte. Asegura que el régimen nicaragüense ha perdido respaldo, pero que un proceso de cambio no será fácil.
“Lamentablemente, la situación de Nicaragua está muy compleja; va a ser muy difícil recuperar nuestra democracia, pero lo vamos a lograr”, afirmó.
Nueva vida
13 meses después de su arribo a Estados Unidos, Félix Maradiaga retomó su trabajo en la academia al vincularse con algunas universidades de ese país. Se especializa en análisis estratégico y actualmente promueve un proyecto de capacitación global llamado Freedom Academy (Academia de Libertad), para la enseñanza de la “no violencia”.
El excandidato dijo que, en el plano político, desde el exilio está ayudando a construir una opción de oposición.
“Fueron más de tres años sin ver a mi familia. Ha sido un año para sanar de un período que no se lo deseo al peor enemigo, de tratos inhumanos, de aislamiento extremo”, recordó.
