Si un niño escolar promedio necesita 1400 calorías al día, el consumo máximo de azúcares no debe superar las 140 calorías provenientes de algún producto.
El 1 de agosto, el Ministerio de Salud solicitó a distribuidores e importadores de productos ocultar etiquetas de advertencia nutricional, tales como “alto en calorías, alto en grasas saturadas, alto en azúcares y alto en sodio”, esto mientras Costa Rica se encuentra en la segunda posición como mayor consumidor de azúcares en Latinoamérica, según el Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud (ELANS 2015).
Ante esto, la docente de la escuela de nutrición de la UCR, Rocío González, advirtió que ingerir azúcar en grandes cantidades provoca enfermedades metabólicas.
“Ocasiona exceso de peso, hipertensión, enfermedades del hígado, enfermedades del corazón, pancreatitis, cánceres y trastornos de ansiedad alimentaria”, mencionó la especialista.
Otra de las consecuencias que la doctora mencionó sobre el excesivo consumo de azúcar se centra en la salud bucal, puesto que ingerir mucho del producto causa caries dental en niños y adultos; sin embargo, en infantes suele ser más frecuente debido a que es la población que tradicionalmente consume más productos azucarados, además que se complementa con la falta de una limpieza oral adecuada.
Asimismo, González compartió que una de sus principales preocupaciones tiene que ver con los niños que consumen mucho azúcar, ya que están generando inconscientemente el hábito de ingerir productos con altos niveles de azúcares, lo que conduce al bajo consumo de agua, leche y demás productos nutricionales indispensables para el desarrollo del infante.
¿A partir de qué cantidad se considera consumo excesivo?
La experta comunicó que: “Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para una dieta saludable, una persona no debería consumir más del 10% de la energía que uno necesita en forma de azúcar simple”.
Es decir, si un niño escolar promedio necesita 1400 calorías al día, el consumo máximo de azúcares no debe superar las 140 calorías provenientes de algún producto.
De acuerdo con las mediciones que destacó la profesional, 140 calorías equivalen a 6 o 7 bolsitas de azúcar. Mientras, los niños, al ir a clases y preparar la típica merienda de galletas y jugos, superan el máximo consumo recomendado por las autoridades, puesto que solo el jugo pequeño contiene aproximadamente 5 o 6 sobrecitos de azúcar. Por lo tanto, lo ideal es que los padres de los estudiantes incentiven a sus pequeños a consumir agua y frutas en los centros educativos.
Si a esto le sumamos demás alimentos que se consumen a diario, como el jugo del desayuno, el postre después del almuerzo, el café por la tarde y algunos antojos que aparecen al largo del día; es normal que se supere con facilidad la cifra de consumo de azúcar recomendado.
¿Cómo se puede reducir el consumo?
Al final, todas las festividades que celebramos en la cultura costarricense se asocian con comidas altas en azúcar. Sin embargo, no es realista sacrificar la parte de relación social por mantener una estricta dieta saludable, Por tanto, el equilibrio y conciencia del consumo se vuelve una estrategia vital para disfrutar del proceso.
“Relacionamos el azúcar con una cuestión social que nos trae recuerdos de celebraciones de cumpleaños, de Navidad, que están llenas de cosas dulces y que no tienen que dejar de existir, porque forman parte de un ser social. Pero el gran secreto de todo esto es el equilibrio, y el poder comprender la información para poder tomar decisiones”, detalló González.
