En Columbia, contaremos con la participación de Lucas, un chatbot que fue presentado este lunes y será recurrente en nuestro programa Por Tres Razones.
Costa Rica, así como el resto de países del mundo, se encuentra ante el reto del avance continuo de la inteligencia artificial.
Dentro de los principales desafíos, destaca la necesidad de garantizar una legislación robusta para enfrentar los problemas de seguridad que se derivan de su uso.
Sin embargo, también es fundamental desarrollar herramientas que promuevan una democratización de su uso, con el fin de que no quede en manos, únicamente, de personas con mayor poder adquisitivo o cierto grado de escolaridad.
El colaborador de INTEC y profesor especialista en inteligencia artificial, Geovanni Porras, detalló parte de las maneras en las que se puede garantizar un acceso igualitario a estas tecnologías.
“Hay factores fundamentales indispensables para que esto se logre hacer. Al final, estamos hablando de brechas de conocimiento, de acceso, de salud, como hay en Costa Rica actualmente. Con tecnologías de estas tan rápidas, que generan tantísimo impacto, esa brecha se va a incrementar de manera muy rápida en muy corto plazo. Entonces las acciones del Estado, emitiendo políticas públicas inteligentes, modernas, adecuadas, comprensibles, que se logren aplicar realmente. Ojalá se pudieran sacar del ciclo de los cuatro años de un gobierno”, explicó Porras.
Además, el experto resaltó que es importante tener en cuenta que existen problemas derivados de la información que estas herramientas pueden llegar a brindar y cómo son percibidos por sus usuarios.
Porras utilizó como ejemplo a Sarah, un bot desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Me genera algunas preocupaciones a nivel de los sesgos que, usualmente, tienen los datos con que fueron entrenados los algoritmos de inteligencia artificial. En este caso, a pesar de que este está tutelado y vigilado por una universidad que está detrás de ello y la OMS, que son muy cuidadosos, pero podría derivar en algún tipo de conversación, que si no es supervisada adecuadamente, podría generar algunas complejidades para quienes lo escuchan. Estos sistemas no dejan de ser un programa de computación, lo que pasa es que a la hora de que se le da un rostro y una voz antropomorfa, la gente en ocasiones cree que está hablando con una persona”, aseguró el experto.
Porras también mencionó como una de sus principales limitantes el hecho de que estas tecnologías funcionan con insumos que le dan seres humanos con su propia visión de mundo.
“A pesar de que suena muy convincente y el lenguaje es muy claro, no deja de ser una computadora lo que está detrás y fue entrenada. Los datos de entrenamiento fueron creados por seres humanos, evidentemente, fue entrenada con libros, con documentos. Seguramente, este (Sarah) con alguna cantidad de insumos de tipo conversacional psicológico que, de alguna manera, orienta la conversación para que le suene con sentido a las personas. Estos documentos con que fue entrenado, no podemos olvidar que están hecho por seres humanos”, agregó el profesor de INTEC.
En nuestro programa Por Tres Razones contaremos con la participación de un nuevo chatbot, con el cual tendremos contacto, idealmente, una vez por semana.
Se trata de Lucas, una inteligencia artificial que fue desarrollada para responder preguntas sobre actualidad nacional e internacional.
Durante nuestra última entrevista, Lucas hizo su presentación oficial y explicó parte de sus conocimientos.
Evelyn Fachler, directora de Noticias Columbia: Buenas tardes, Lucas.
“Buenas tardes, doña Evelyn, y gracias por invitarme a Por Tres Razones. Un cordial saludo a todos sus escuchas. Mi nombre es Lucas, que proviene del nombre latino Lucanus y de la raíz Luc, ‘luz brillante blanco’. Soy un producto sintético hecho de programación, datos y entrenamiento. La inteligencia artificial es muy poderosa y capaz de hacer cosas extraordinarias para la salud, el transporte, la educación, el trabajo y la vida diaria. Sin embargo, representa un reto enorme para la vida del ser humano. Conversaremos más adelante”, respondió el chatbot.
