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Introducción de drogas en cárceles: El ingenio al servicio de la delincuencia

by Alejandro Arley

La Policía lucha diariamente contra nuevos métodos de los grupos criminales para mantener el tráfico en los centros penales.

La introducción de droga en las cárceles del país fue el tema del programa del Ministerio Público, Frecuencia MP, que se transmite los lunes a las 11:00 a.m. en Radio Columbia.

El fiscal de Alajuela, Carlos Eduarte Hernández, explicó los distintos métodos que utilizan los grupos criminales para abastecer el mercado de drogas dentro de las prisiones.

Se toma como referencia esta jurisdicción porque, en Alajuela, está concentrada la mayor cantidad de centros penitenciarios y la mayor cantidad de privados de libertad.

Las autoridades han detectado el ingreso, principalmente de marihuana y cocaína por varias vías: Durante las visitas de familiares o allegados, en las encomiendas de comida, ropa u artículos de diversa índole, mediante el lanzamiento de paquetes desde el exterior y con el uso de drones.

También se ha detenido a funcionarios del Ministerio de Justicia, como policías penitenciarios, que se prestan para este tipo de hechos.

En menor cantidad, la Fiscalía también ha registrado casos en los que se utilizaron animales como gatos y una paloma.

En cuanto a las encomiendas, el fiscal sostiene que los oficiales que inspeccionan tienen mucha experiencia y deben estar muy atentos porque los niveles de creatividad del hampa son impresionantes.

“Hemos detectado en encomiendas de gallo pinto. En lugar de los frijoles, van bolsitas con droga pintadas dando la apariencia de frijol… cereales también con esa misma apariencia”.

“Lo hemos detectado en pastas dentales, dentro de los tubos meten pajillas con drogas. También en panes preparados, comida cruda… una empanada ya cocinada”, dijo.

Eduarte comentó que se ha podido detener a personas descubiertas en las inmediaciones de las cárceles como sospechosas de haber lanzado paquetes con droga para que lleguen a manos de algún privado de libertad.

Con el uso de drones es difícil dar con quienes envían la mercancía pues pueden estar a varios kilómetros de distancia.

La ley contempla como agravante el hecho de que el delito lo cometa una persona funcionaria pública.

La semana anterior, fue detenida una oficial de la Policía Penitenciaria por tratar de meter droga a la cárcel de Pococí. Los oficiales descubrieron envoltorios con marihuana dentro de una caja de leche que ella portaba en un bolso.

Foto: Ministerio de Justicia.

El ministro de Justicia, Gerald Campos, expresó que no habrá tolerancia a este tipo de actos.

Mujeres vulnerables

Datos del Ministerio Público revelan que, en siete de cada 10 casos por introducción de drogas a cárceles, las personas involucradas son mujeres.

Hace 10 años, hubo una reforma específica a la Ley que castiga el delito de introducción de drogas a las prisiones. Aunque las penas van de 8 a 20 años de cárcel, se estableció un trato diferenciado para mujeres que estén en condición de vulnerabilidad.

El fiscal Eduarte expresó que la modificación en la ley ha repercutido en las cifras y deja en evidencia que los grupos criminales están reclutando mujeres para este fin ilícito. Repasamos un extracto de la entrevista.   

“Se estableció que a mujeres que introduzcan droga al centro penal, que se encuentren en condición de vulnerabilidad, en condición de pobreza, que tengan personas menores de edad o adultos mayores a cargo, la pena va de 3 a 8 años de prisión”, comentó.   

La modificación en la ley ha repercutido en las cifras y deja en evidencia que los grupos criminales están reclutando mujeres y se aprovechan de sus necesidades para este fin ilícito.

“Antes del 2013, la mayoría de personas que cometían el delito eran hombres, ahora la mayoría son mujeres. De cada 10 casos que tenemos, al menos el 70% se trata de mujeres que introducen drogas y el delito ha venido en aumento”.

“Llama poderosamente la atención que las mujeres cuando llegan a la Fiscalía para ser identificadas, lo primero que nos dicen es que quieren hacer horas trabajo comunitario y que incluso ya saben dónde hacerlas. Eso nos da la luz de que, efectivamente, cuando son reclutadas, son advertidas de que no va a pasar nada más grave”, resaltó.

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