La Junta Directiva de la Fundación Castella, dueña de las instalaciones, vendió el Teatro Arnoldo Herrera la semana anterior.
Estudiantes, padres y agrupaciones afines al Conservatorio Castella tomaron el Teatro Arnoldo Herrera, en La Sabana, con música y pancartas en contra de la venta del recinto.
La Junta Directiva de la Fundación Castella, dueña de las instalaciones, vendió el Teatro Arnoldo Herrera la semana anterior, lo que causó la molestia de estudiantes, padres de familia, jerarcas y diputados.
La protesta en La Sabana
Por ello, un grupo de representantes se manifestó en el recinto este lunes, con música y pancartas en las que pedían respuestas por la decisión de la Junta.
En entrevista con Noticias Columbia, el vicepresidente del Gobierno Estudiantil, Joel Oviedo, explicó las razones que motivaron a los presentes a protestar.
“El manifestarnos de forma pacífica nos hace darnos a conocer, el hecho de que sepan que estamos aquí, que estamos presentes, que no vamos a permitir que se destruya un modelo educativo público que está basado en el arte y la cultura que nos enriquece tanto como sociedad, porque ¿cómo vamos a destruir algo que nos beneficia a todos juntos como sociedad? Claramente para nosotros es un golpe demasiado certero, demasiado crítico dentro de nuestros corazones, son unas tablas que yo por lo menos he pisado toda mi vida, que me vieron crecer como persona, como actor en mi caso, como artista, como ser humano y es horrible para todos los estudiantes del Castella”, indicó Oviedo.
Según el estudiante, a algunos sí les tomó por sorpresa la venta del Teatro, pues asegura que el presidente de la Junta, el actor Gustavo Rojas, les dijo un año atrás que no se iba a vender.
Oviedo indicó que continuarán manifestándose porque buscan respuestas.
“Claramente van a seguir estos movimientos, nosotros no podemos dejar ir algo tan valioso como lo es un Teatro para la cultura, para la sociedad, para todos los estudiantes Castella, ex-Castella, profesores, cualquier persona que sepa que la cultura tiene un mínimo de valor va a entender el porqué estos movimientos van a seguir hasta que logremos algún objetivo satisfactorio”, agregó el estudiante.
En similar sentido se manifestó Marissa Herrera, hija de Arnoldo Herrera, fundador del Conservatorio y a quien se debe el nombre del Teatro.
Ella acompañó la protesta de los estudiantes, y reprochó, en entrevista con Noticias Columbia, que “hijos del Castella” hayan vendido el Teatro.
Por ello, defendió el actuar de los estudiantes dentro del recinto.
“Es lo lógico, es lo que tenemos que hacer, y lo hacemos a nuestra manera. ¿Que están en una pachanga? ¡Bienvenidos que están en una pachanga! Porque ya han llorado mucho, pero lo estamos haciendo no bloqueando calles, no insultando, no tirando pedradas, no diciendo improperios, lo estamos haciendo como nosotros sabemos. ¡Hasta yo me fui a bailar! Diay claro, hoy es un día muy duro, muy duro”, expresó la hija del fundador.
Según Herrera, los miembros de la Junta les dijeron que no venderían el Teatro y que todo se manejó de manera sigilosa.
Asimismo, indicó que desconoce cómo se invertirá el dinero que se recaudó con la venta.
“Esto es como si a uno le cortaran los pies, las manos, la lengua, le le quitaran los ojos, los oídos, porque nuestra institución, como decía mi papá, Castella es un modelo pedagógico que gira alrededor de un Teatro, todas las manifestaciones artísticas venimos a representarlas al Teatro, un chiquito empieza a tocar violín para tocar en una orquesta, para ser solista en el Teatro y nos están quitando nuestro laboratorio, nuestra sala magna”, lamentó Herrera.
La posición del Presidente de la Junta
El presidente de la Junta Directiva de la Fundación Castella, Gustavo Rojas, respondió a los señalamientos que le han cuestionado, en entrevista con Columbia.
Rojas explicó que el Castella nació como una Asociación que posteriormente pasó a ser Fundación, y que funcionó como una entidad privada hasta un decreto firmado por el Presidente Miguel Ángel Rodríguez, a raíz de una gestión del exdirector Sergio Herrera.
“Él y su hermano, que en ese momento era muy poderoso como como periodista, logran convencer a Miguel Ángel Rodríguez -Presidente de turno- para que, mediante un decreto ejecutivo, a lo Daniel Ortega o Nicolás Maduro en Venezuela, declara público el Conservatorio Castella, que como ya lo he explicado insistentemente era una institución manejada bajo la sombrilla de una entidad privada, llámese primero Asociación y luego Fundación, vía decreto decidió que no, que es público, entonces se brinca con garrochas 50 años de funcionamiento, como lo consiguió don Arnoldo no Gustavo Rojas; un decreto que desde nuestra perspectiva y durante 23 años hemos venido cuestionando a través de distintos medios y que no hemos podido convencer ni lograr que el Estado eche atrás ese decreto ilegal”, explicó el actor.
Según Rojas, la Fundación ha tenido una única intención con respecto a su funcionamiento académico.
“La intención de la Fundación siempre, desde hace 23 años, es reconocer que la Fundación Conservatorio Castella requiere de la subvenciones del Estado para que siga funcionando como lo hizo don Arnoldo Herrera; que la Fundación quiere coadministrar, de manera que la Fundación le permita tener un brazo ejecutivo desburocratizado para que funcione la institución; que la Fundación tiene claro que es la única manera para que el Conservatorio Castella salga adelante, porque el Estado ha demostrado que hay 859 centros educativos con orden sanitaria”, concluyó Rojas.
