Pese a que el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, mostró su satisfacción con los números de la deuda para este y los próximos años, expertos piden precaución para aprobar nuevos créditos.
La Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa conformó, este martes, una mesa de trabajo en la cual se discutieron diversos puntos sobre las finanzas públicas en el país.
Con una presentación inicial del ministro de Hacienda, Nogui Acosta, la conversación giró hacia la necesidad que tiene Costa Rica de disminuir su relación de la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), que actualmente se ubica en 61.1% al cierre del 2023
Según el jerarca, es importante que el país logre bajar este indicador por debajo del 60% para así poder invertir en proyectos de desarrollo.
Acosta agregó que para finales de 2025, se espera que el porcentaje de la deuda con el PIB se ubique en 59.4%.
“La Estrategia de Gobierno está enfocada en poder cumplir con un objetivo y es reducir la relación deuda PIB por debajo del 60%. ¿Por qué reducirlo por debajo del 60%? Para los efectos del financiamiento del desarrollo de este país, se requiere inversión pública y la inversión pública está limitada al crecimiento de la regla en el tanto estemos por encima del 60%. Por eso, para el país, para el Gobierno, es tan importante mantener el control del gasto”, detalló el jerarca.
Sin embargo, el exministro de Hacienda y exjerarca del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Fernando Naranjo, no se mostró tan optimista con la presentación de Acosta.
Según el economista, hay que tener cuidado con los datos que apuntan a una disminución en la deuda, ya que esta estaría creciendo en dólares.
“La deuda pública sigue creciendo tanto en colones como en dólares. No es correcto hacer la conversión que está haciendo el Ministerio de Hacienda. Repito, nadie esperaba una caída del tipo de cambio de esta magnitud y mi obligación como profesional, como experto en finanzas públicas que fui en mis años jóvenes de economista, es decirle a la Asamblea Legislativa que tenga mucho cuidado con este proceso de endeudamiento. Estamos endeudándonos externamente en dólares para financiar gastos corrientes y eso va a significar, en el futuro, un aumento de impuestos disfrazado hoy en día”, explicó Naranjo.
De igual manera, el asesor económico de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), Ronulfo Jiménez, quien también participó del espacio, mostró su cautela con respecto al porcentaje de deuda PIB que anunció Hacienda.
Según Jiménez, este sería más alto si se considerara la deuda que tiene el Estado con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
“Hay algunos temas que no estamos contemplando en las cifras y tienen que ver con los atrasos del Gobierno con la Caja. Estos atrasos no son nuevos, han ocurrido a través de la historia. El Gobierno pasado atrasó los pagos o no realizó los pagos a la Caja que obliga la ley y este Gobierno también ha hecho esos atrasos. Esos atrasos acumulan el 7.7% del PIB, o sea, vean que no son cifras menores. Si al al 60% del tamaño de la deuda del Gobierno central que estamos viendo ahora, le agregamos este 7% de esa deuda que no ha sido reconocida o no ha sido integrada a las cifras, estaríamos hablando que el tamaño de la deuda sería de un 67.8%”, indicó el asesor económico de la ABC.
Finalmente, el exjerarca de Hacienda, Fernando Naranjo, pidió prudencia a los diputados de cara a la aprobación de nuevos créditos que tengan como fin el pago de gasto corriente.
“A mí me parece que es un error muy grande, y siempre lo dije en mis clases en la Universidad de Costa Rica y los reitero aquí, cuando un gobierno se endeuda públicamente para pagar gastos corrientes, eso no debe ser. La deuda es para financiar proyectos, obras de infraestructura, carreteras, un aeropuerto, un puerto, edificios escolares, colegios, hospitales, pero no para pagar salarios, nunca. Es más, la Constitución Política de Costa Rica establece límites específicos de que la deuda pública no puede ser utilizada para financiar los gastos corrientes”, agregó Naranjo.
