El consumo de alcohol a una edad temprana tiene consecuencias más graves que su ingesta en la edad adulta, según la vocera del Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), Maureen Acuña Rodríguez.
La encuesta más reciente del IAFA mostró que en el 2018, los estudiantes de secundaria comenzaban a consumir bebidas alcohólicas a los 12 años, mientras que, en 2021, la edad de inicio había aumentado a los 14 años.
Acuña señaló que una de las principales razones por las que los menores de edad consumen alcohol es la normalización de su consumo. En todas las celebraciones, reuniones familiares o simplemente durante el fin de semana, el alcohol está presente.
“Tenemos una gran cultura relacionada con el alcohol. Desde una edad muy temprana vemos cómo en las fiestas familiares y en eventos para compartir en familia, el alcohol siempre está ahí”, expresó Acuña.
Según la doctora, la presión social también es un factor que impulsa a los jóvenes a consumir bebidas alcohólicas. Para ser aceptados en un grupo, caer bien al entorno y evitar ser objeto de burla, el individuo se ve obligado a “tomarse una copita”.
Además, Acuña señaló que la publicidad y la comercialización a través de las redes sociales son esenciales para que los jóvenes se sientan tentados a probar y consumir alcohol.
“Ahora no solo hablamos de publicidad, sino del contenido al que están expuestos los jóvenes en las redes sociales. Aquí hay nuevas formas de comercialización donde vemos a otras personas jóvenes utilizando un producto que da la impresión a los muchachos de que es normal usarlo. Esto disminuye la percepción del daño”, indicó la vocera.
Ante esta situación, la especialista destacó la comunicación, la confianza y la información como métodos vitales para prevenir el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad.
“Todas las personas responsables que tienen contacto con menores de edad deben informarse con fuentes confiables. Además, deben tener un canal de comunicación con los jóvenes. No podemos negar que existen las sustancias o simplemente proporcionarles información para que la conozcan. Debe haber un canal de comunicación basado en la confianza y consejos para prevenir el consumo”, especificó Acuña.
