Representante de la familia del muchacho asesinado pidió fuertes penas de prisión contra dos jóvenes a los que considera coautores del hecho.
El juicio por el crimen de Marco Calzada Valverde, ocurrido la noche del 2 de julio del 2022, continuó este lunes con la etapa de conclusiones en los Tribunales de San José. Los acusados son dos hermanos de 20 y 22 años de edad, de apellido Rojas.
En la audiencia, la exposición correspondió a José Luis Campos (al fondo, de corbata naranja), abogado querellante quien representa a Mario Calzada y Gabriela Valverde, padres de la víctima.
Marco, de 19 años, murió en la vía pública luego de ser asaltado y atacado con un arma blanca cuando caminaba sobre la acera de la Avenida Segunda de San José, frente a la entrada al Barrio Chino. Lo hirieron en el cuello y el abdomen.
Campos hizo un extenso recorrido por los sucesos de esa noche, muchos de los cuales quedaron registradas en cámaras de vigilancia de distintas entidades públicas y privadas.
Por ese caso, tres menores de edad fueron condenados en noviembre del 2022. Uno de ellos fue quien agredió a Calzada con el cuchillo.
El debate contra los Rojas comenzó el pasado 5 de julio, un año después del asesinato. El mayor está en libertad, con medidas cautelares y el menor descuenta prisión preventiva.
Aunque los hermanos no atacaron directamente a la víctima con el arma, tanto la Fiscalía como el abogado Campos consideran que fueron los coautores de los delitos de homicidio y robo agravado. Solicitó al Tribunal que se impongan 30 años de cárcel para cada uno.
Campos afirmó que los videos dejan ver una actitud indolente de los Rojas y de otro menor de edad quienes se quedaron en la escena y observaron la agonía de Calzada sin prestarle ningún tipo de ayuda.
El representante de la familia Calzada considera “coautores” del asesinato a estos jóvenes porque tuvieron una participación activa en la planeación del ataque. Luego se hicieron pasar por testigos para brindar información falsa a la Fuerza Pública y a los agentes del OIJ.
“Los dos imputados tienen lo que en Derecho se llama, codominio funcional del hecho. Eso quiere decir que prestan una colaboración que es determinante parta que los actos se den”, dijo.
Escenas desgarradoras
Para justificar su pretensión de pena, Campos hizo una minuciosa exposición en la cual utilizó fotos y varios de los videos que fueron aportados como pruebas en el debate. Fueron momentos muy difíciles para los padres quienes estaban sentados en la sala.
La noche del 2 de julio, Marco salió con unos amigos a un bar de La California para celebrar su cumpleaños 19 que había sido el 28 de junio.
Unos minutos antes de las 11:00 p.m. se fue caminando del sitio e iba a buscar la parada de bus para regresar a su casa.
Al paso por el sector norte de la Plaza de la Democracia se topó con cinco jóvenes, entre ellos, los hermanos Rojas según se menciona en la acusación y la querella.
Al parecer, en ese primer encuentro hubo un intento por cortarle el paso para asaltarlo, pero él los evadió.
Marco bajó con dirección al sur, hacia la Avenida Segunda. Mientras tanto, los videos muestran que el grupo de jóvenes tuvo una breve reunión en la que, presuntamente, habrían decido ir tras el muchacho.
Calzada llegó a la Avenida Segunda y pasó frente a Caja de ANDE. Varias de las cámaras captaron cómo dos atacantes apuraron el paso para alcanzarlo. Otras tres personas se quedaron más atrás.
Finalmente, cuando Marco llegó frente a la entrada del Barrio Chino, dos menores de edad lo abordaron y lo despojaron del teléfono y su cédula. Uno de ellos usó el arma blanca para herir de gravedad al muchacho en el cuello y el abdomen.
Ensangrentado, Calzada logró caminar unos 15 metros, pero luego se sentó sobre la acera y luego se recostó. Hizo un nuevo intento por incorporarse hasta que no pudo más.
En dos momentos se ve como juntó las manos. El abogado dijo que es una posición de oración al sentir que la vida se le iba. Marco era miembro de un grupo juvenil católico y además misionero.
Según el querellante, las grabaciones posteriores revelan que los hermanos Rojas junto a un menor de edad, se quedaron en la escena observando cómo Marco agonizaba, ensangrentado, sin prestarle ningún tipo de ayuda. Añadió que tampoco lucían alarmados o en apuro por conseguir auxilio.
“Vemos que sigue en una posición que denota un sufrimiento innecesario. Vuelve a poner sus manos en posición orante. Llega uno de los imputados en esta causa, se queda observando como si nada estuviera sucediendo. Marco aún está con vida. Llegan los otros imputados, quienes igualmente se quedan como si no fuera con ellos lo que está sucediendo”, dijo.
“Perdonen lo que voy a decir pero… un perro callejero hubiera recibido más empatía y más solidaridad de parte de estas personas que lo que recibió Marco”, añadió.
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Aunque hicieron varios movimientos, los acusados permanecieron en la zona hasta que llegaron cruzrojistas, oficiales de Fuerza Pública y posteriormente, agentes judiciales.
Con base en los testimonios de testigos, como los propios policías, Campos dijo que los sospechosos crearon aun versión ficticia de lo ocurrido en la que aseguraron que dos hombres habían atacado a Marco.
Como presuntamente se pusieron de acuerdo con la historia, al inicio los investigadores creyeron que estaban frente a testigos, sin embargo, con el avance de la investigación determinaron que ellos eran sospechosos de formar parte de un grupo de cinco personas que planeó y ejecutó el ataque.
El próximo 10 de agosto comenzarán las conclusiones de las abogadas defensoras de los acusados.
