Mario Calzada (a la derecha en la foto) fue el primer testigo en el juicio que inició este lunes contra dos hermanos acusados de participar en el crimen ocurrido el año pasado.
Marco Calzada Valverde, de 19 años, fue asesinado la noche del 2 de julio del 2022 cuando caminaba por la Avenida Segunda, en la acera que está frente a la entrada del Barrio Chino.
Al muchacho lo asaltaron, lo despojaron de su teléfono celular y luego lo apuñalaron en varias ocasiones.
Por este caso, tres menores, con edades de 17 y 14 años, fueron condenados en noviembre del 2022. Les impusieron penas de 8 y 13 años de internamiento en un centro penal.
Otros dos jóvenes, mayores de edad, fueron procesados por aparte y este miércoles 5 de julio comenzó el juicio contra ellos en los Tribunales de San José. Se trata de dos hermanos de apellido Rojas de 20 y 22 años.
Marco Calzada era estudiante, formaba parte de un grupo juvenil católico y además era misionero.
Según la tesis del OIJ y la Fiscalía, uno de los menores de edad fue el que agredió a la víctima con el arma blanca, pero los otros cuatro implicados, entre ellos los hermanos, formaban parte del grupo que planeó asaltarlo.
El Ministerio Público acusa a los Rojas de homicidio calificado y robo agravado.
Fuerte testimonio
Mario Calzada, (a la derecha en la foto) el padre de Marco, fue el primer testigo en el debate. Relató la angustia que vivieron cuando no sabían nada de su hijo y luego el dolor de enterarse de que lo habían matado en la calle.
Marco cumplió años el 28 de junio y el sábado siguiente fue a celebrar con unos amigos a un bar en la zona de La California, en San José.
Aproximadamente a las 10:00 p.m. la madre, Gabriela Calzada, le envió un mensaje para preguntarle si al día siguiente iba a ir a misa en la mañana, pues el muchacho era músico y animaba la eucaristía. Él respondió que sí asistiría. Al parecer, por eso decidió no irse muy tarde del bar.
El papá expresó que Marco estaba trabajando en una empresa llamada LL Bean. Era muy austero, ordenado, ahorraba dinero para sus proyectos y también para ayudar a otras personas. Por esa razón, prefería viajar en autobús en lugar de usar taxis o servicios de plataformas que serían más costosos.
La noche del 2 de julio Marco se fue caminando de La California para buscar transporte público y en su ruta fue interceptado por los jóvenes que lo asaltaron y lo atacaron. Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 11:00 p.m.
El testigo recordó que, como su hijo caminaba tanto, le había dicho que, si en algún momento era víctima de un asalto, no opusiera resistencia.
“Y no opuso resistencia y aun así lo asesinaron”, expresó visiblemente dolido.
En su testimonio, aseveró que además de la pérdida para la familia, la sociedad había perdido a una persona valiosa.
Angustia
Mario Calzada contó que, cuando ocurrió el crimen, la familia estaba dormida. Al día siguiente, su esposa fue la que le avisó que Marco no había llegado a la casa y le preguntó si tenía algún mensaje de él.
Ahí empezó una angustia e inquietud pues su hijo no acostumbraba a dejar de comunicarse y lo esperaban para ir a la iglesia.
El padre abrió la computadora y Marco había dejado el servicio de WhatsApp abierto. Ahí notó que los amigos también estaban preguntando dónde estaba.
Llamaron a Marco en múltiples ocasiones. Se escuchaba el tono de timbrado pero nadie atendía.
Con el temor de que algo malo hubiera pasado, llamaron al 9-1-1 y luego fueron al OIJ a pedir ayuda.
Una de las agentes judiciales llamó al número de Marco y contestó un hombre, quien resultó ser un taxista al que le habían pagado el servicio entregándole el teléfono.
En ese momento, la familia supo que algo muy grave estaba sucediendo.
Tras las averiguaciones de la Policía e informaciones que ya circulaban en redes sociales, supieron que el cuerpo de un joven estaba en la morgue judicial.
“Pudimos ingresar mi esposa y yo a identificar el cuerpo de Marco”, recordó.
“Mi esposa lo primero que dijo fue: ‘Dios perdónalos porque no saben lo que hacen’. Nos cae un balde de emociones y una realidad muy cruda. Nos tocó esto. Afrontémoslo como familia fuerte. Nuestras hijas nos ocupan fuertes. Agarremos esta cruz con valentía”, añadió.
Dolor profundo
La familia de Marco Calzada se ha aferrado a su fe en Dios para salir adelante, sin embargo, ha sido muy difícil convivir con la ausencia del hijo mayor.
El padre dijo que la vida de toda la familia, los amigos y la novia de Marco cambió. “Es una onda expansiva que no sabemos todavía asimilar”, manifestó.
“Es un cambio radical. No he podido mantenerme activo laboralmente, no he logrado concentrarme. He perdido completamente el foco. No me encuentro yo desde que pasó esto. Es muy extraño”, declaró.
Agregó que es una etapa en la que han recibido el apoyo de muchas personas
Mario Calzada recordó a su hijo como una persona con liderazgo, incapaz de hablar mal de nadie, excelente hijo y hermano mayor. “Se diferenciaba por entregarse”, destacó.
