De mantenerse la tendencia actual, el número total de casos del 2022 se alcanzaría entre setiembre y octubre próximos
Con un corte al 26 de julio, el OIJ registró 500 homicidios en Costa Rica; son 145 más que en el mismo período del año anterior.
El promedio mensual del 2022, a finales de julio, era de 50 asesinatos. Actualmente es de 71.De mantenerse esa tendencia, el 2023 podría finalizar con 855 casos aproximadamente.
Cuando finalizó el primer trimestre de este año, el OIJ contabilizaba 209 asesinatos, con un promedio mensual que rozaba los 70 hechos.
El año 2022 cerró con 656 homicidios y una tasa de 12,6 casos por cada 100 mil habitantes, los números más altos de la historia.
Las cifras actuales proyectan que entre finales de setiembre e inicios de octubre próximos podría superarse la cantidad total del 2022 e imponerse un nuevo récord negativo para el país.
La preocupación en el OIJ es que, de agravarse este escenario, el año 2024 podría rondar los 1.000 casos.
Desde el 2019, los datos de homicidios se mantienen al alza; esto a pesar de que entre 2020 y 2021, debido a la pandemia, hubo restricciones sanitarias en la circulación y horarios de comercios que ocasionaron una contención de la violencia.
Al igual que ocurrió el año anterior, la mayoría de los hechos se deben a ajustes de cuenta o venganzas entre personas de grupos criminales.
Consultado por Noticias Columbia durante la gira en Guanacaste, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, dijo que la Policía está haciendo esfuerzos muy grandes para combatir la criminalidad pero reiteró que se necesitan otros apoyos como la aprobación de nuevas leyes y mayor rigurosidad en el Poder Judicial.
“A mí me decía alguien el otro día… déjelos que se maten Presidente, si son una sarta de delincuentes, son los mafiosos. Me dejó pensando. Le dije a ese señor: ¿Sabe qué? Piense en la mamá de ese muchacho, en la novia, en la hermanita chiquita o el abuelito. Piense en las oportunidades que ese muchacho… porque la mayoría son muchachos los que andan de sicarios, piense en las oportunidades que él no tuvo; en qué tipo de protección le brindó la sociedad. No vamos a dejar que se maten, pero tampoco vamos a dejar que sigan matando”, respondió.
Expertos analizan
A solicitud de Noticias Columbia, dos reconocidos especialistas en criminología, analizaron los datos que entregó el OIJ este miércoles y que dan cuenta de la comisión de 500 homicidios en lo que va del año en Costa Rica, una cifra récord para un período de siete meses.
El director de la carrera de Ciencias Criminológicas de la UNED, Rodrigo Campos, aseguró que esto es el reflejo de que, en las dos administraciones anteriores y una parte de la actual, la atención al tema de la seguridad no fue suficiente.
“Esto significa que también es un problema que ha crecido a lo largo de casi una década y se le ha prestado menor atención de la que realmente merece. Algo que crece durante muchos años no puede disminuirse en unos días o semanas. Lamentablemente vamos a tener todavía bastante tiempo con este tema de la seguridad dejando muertos en nuestra sociedad. No es una solución rápida”, expresó.
Campos dijo que las acciones policiales para contener los homicidios atienden las consecuencias de problema y no sus orígenes. Eso implica opciones y oportunidades adecuadas de acceso a la educación, empleo, deporte o sano esparcimiento.
“Las causas son de origen social y por más que la Policía realice sus acciones, no tiene las atribuciones ni recursos para atender los orígenes sociales de los problemas de la seguridad. No se le puede pedir a la Policía que atienda asuntos que le corresponden al sector social. Justamente ahí podemos fijarnos que la inversión social en esta última década ha sido insuficiente o pobre”, destacó.
El criminólogo, abogado y exfuncionario del OIJ, Erick Villalba, resaltó que Costa Rica no leyó las señales que la criminalidad estaba dando en los últimos años.
Considera que había ejemplos suficientes en la región y se sabía de factores o flagelos a nivel social que se debían atenderse para minimizar riesgos o evitar cifras elevadas de asesinatos.
“La ola de violencia y homicidios es muy común que vaya en escalada y eso se puede predecir fácilmente con solo observar a países vecinos como Guatemala, Honduras, El Salvador, México, Colombia; donde lo que nosotros estamos viviendo en este momento ellos lo vivieron hace 20 años”.
“Son exactamente los mismos factores sociales, criminológicos, delictivos, legales que ellos ya superaron; no tal vez de tan buena forma pero ya eso es experiencia para los demás países y Costa Rica no atendió a ese llamado teniéndolo ahí”, resaltó.
Villalba percibe que este nivel de violencia no es un asunto del año 2023 por algún fenómeno criminal extraordinario, sino una escalada que viene desde las mismas organizaciones que existían en años anteriores.
También destacó que han ocurrido situaciones que pudieron debilitar a la Policía.
“Si a eso le aunamos, que en el 2023, sí ha existido una salida masiva de oficiales de Policía del Poder Judicial, del Ministerio de Seguridad Pública que deciden renunciar y buscar opciones en lo privado, más ciertos cambios a nivel político y presupuestario que eventualmente pudieron haber afectado al Ministerio de Seguridad a razón de proveer capacitación, patrullas, uniformes, alimentación, de condiciones un poco más salubres a nivel de delegaciones”, agregó.
El criminólogo indicó que la mayoría de los homicidios en Costa Rica están ocurriendo por conflictos entre grupos criminales. Muchas de las personas fallecidas tenían antecedentes delictivos.
Sin embargo, externó su preocupación por las consecuencias que ha traído a personas ajenas a estas disputas y que resultan lastimadas o mueren.
