Al cumplirse un año de la desaparición de la niña, el Ministerio Público dio detalles sobre el proceso judicial.
El domingo 9 de abril de 2023, en Cervantes de Alvarado, corrió como pólvora la noticia de que una bebé, de solo nueve meses, había sido sustraída de los brazos de su madre, una adolescente de 13 años.
Con el paso de los días, las investigaciones apuntaron a que un hombre, de apellido Casasola, fue quien se llevó a la pequeña Keibril García Amador, cuyo paradero actualmente se desconoce.
El 17 de abril de 2023, el director del OIJ, Randall Zúñiga, dio a conocer que las pruebas de ADN determinaron que el hombre es el padre de Keibril y por ende, se le podía atribuir el delito de violación en perjuicio de la madre adolescente. Actualmente el sospechoso descuenta prisión preventiva.
El pasado 12 de marzo, Zúñiga reveló detalles del informe final del caso, en el cual, estableció la hipótesis de que el sujeto habría dado muerte a la niña y que la habría dejado abandonada en alguna propiedad.
Aunque el cuerpo no ha aparecido, la Policía Judicial sostiene que los indicios y los movimientos del sospechoso permiten concluir que le quitó la vida a su hija.
Desde el inicio del caso, el OIJ considera que Casasola sustrajo a la menor para evitar el riesgo de que una prueba de paternidad revelara que era su hija. No obstante, los investigadores se valieron de otros medios para extraer el ADN y hacer el estudio.
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Al cumplirse un año de la desaparición de Keibril, el Ministerio Público confirmó que acusó y solicitó la apertura a juicio contra Casasola por los delitos de sustracción de menor y violación calificada.
La fiscala Adjunta de Género, Edith Morera Rodríguez, explicó por qué, a pesar de que el OIJ considera que el sospechoso habría dado muerte a la niña, la acusación no incluye ese delito.
Indicó que en relación con los delitos de sustracción de persona menor de edad y violación se “cuenta con elementos probatorios suficientes para poder establecer esos hechos claros, precisos, circunstanciados y cumplir con lo que establece el Código Procesal Penal”.
“Pero en el caso, de la tesis que plantea el Organismo de Investigación Judicial con relación al homicidio de la persona menor de edad que, en todo caso, sería un femicidio en otros contextos, según lo establece la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres, se requiere que se cumpla con ese mismo requisito y en este momento, eso no es posible”, aclaró.
“En este momento, no es factible contar con los elementos de prueba suficientes para poder acoger esa tesis policial y poderla trasladar a la confección de una acusación”, añadió.
Por esta razón, el Ministerio Público decidió “crear un expediente aparte, conocido como testimonio de piezas, para continuar investigando el presunto ilícito de homicidio”.
Año doloroso
Mientras el proceso judicial avanza, las personas allegadas a la bebé han sufrido durante este tiempo la angustia de no tener certeza sobre lo ocurrido.
Daniela Camacho, madrina de Keibril se aferra a los recuerdos de las veces que pudo compartir con la niña y con la madre.
“Ayer estaba viendo el video que había grabado cuando le estábamos dando un juguito y ella suelta esas risas. Creo que encuentro como paz en recordar que pude hacer lo que estuvo a mi alcance cuando la tuve acá. Pude sacarles una sonrisa, pude darles un ratito de paz, conversar con ellas, jugar con la bebé… tenía planes a futuro de poder ayudarles en lo que estuviera en mis manos”, expresó.
Camacho recordó que conoció Keibril cuando la mamá caminaba con la pequeña por el negocio donde ella trabaja en Cervantes de Alvarado. Con pequeñas interacciones, comenzó a forjarse una amistad que luego se afianzó.
“Nos empezamos a acercar. Cada vez que ella llegaba (la madre), se fijaba si yo estaba y yo corría a saludarlas, a quedarme hablando un rato con ella y con la bebé. Son recuerdos que me quedan. A raíz de todo eso, sintió como un gran apoyo y una gran cercanía en mí y en las que estábamos aquí”, dijo.
La madrina relató además cómo las ilusiones de buenas noticias pasaron a ser incertidumbre total, un año después.
“Siempre tuve esa esperanza de que la respuesta que dieran (las autoridades) fuera alentadora, que fuera a tiempo, que nos dieran paz al poder encontrarla pero bueno, un año después, no es así. Es bastante desalentador pensar en que el único camino por el que van es que ella no está viva pero al mismo tiempo lo dejan a uno con ese sinsabor… no hay un cuerpecito, no hay nada que me haga tener la certeza de que eso es así. Aún hay mucha incertidumbre”, recalcó.
