Hijo de adulto mayor explicó cómo se perdió su padre en Santa Cruz y la forma en que logró salir.
Una familia de Desamparados respira aliviada tras la noticia de que este miércoles don Alfonso Garbanzo Pérez, de 78 años, logró salir de la montaña luego de estar perdido durante seis días en Santa Cruz de Guanacaste.
El adulto mayor se encuentra en condición estable y lúcido. Tenía algunos raspones, mucha hambre y cansancio. “Vamos a llevarlo a que descanse, que duerma… a chinearlo”, expresó el hijo, Alfonso Garbanzo Lee, quien relató a Noticias Columbia todo lo ocurrido con su papá.
La familia está de vacaciones en la zona. Estando en la localidad de Pinilla, don Alfonso, quien está muy acostumbrado a caminar, vio un sitio con vistas al mar que le parecía muy bonito. Fue al punto y logró regresar sin problema.
Posteriormente, mencionó que quería ir a un punto específico, por el cual había que pasar por montaña. Aunque la familia le recomendó no aventurarse por zona montañosa, finalmente optó por caminar, con el problema de que se fue sin su teléfono.
“Nosotros le dijimos: papi, no lo haga, ni se le ocurra. Ese día (11 de enero) parece que sí intentó llegar a ese punto. Él creía que era cerca y que podía llegar. Cuando caminó, se perdió… eso fue”, expresó el hijo quien aclaró que don Alfonso no suele exponerse a desvíos o rutas desconocidas cuando anda a pie.
Según el relato del hijo, don Alfonso, en medio de su confusión por estar extraviado, pensó que nadie lo iba a buscar y decidió caminar. Esto hizo que se adentrara en la montaña. Decidió seguir un río pues esperaba que en algún punto eso lo llevara al mar.
“Gracias a Dios mi papá es una persona muy fuerte. Yo sabía que si no se quebró un pie, si no se golpeó la cabeza o si no le pasó ninguna fatalidad, él estaba buscando sobrevivir, yo sé que él busca agua o qué hacer”, relató.
“15 kilómetros caminó él en medio de la jungla. Estaba asustado, no durmió nada por los zancudos, por animales que se le acercaban; los espantaba con un palo. Gracias a Dios está bien, es una historia increíble”, resaltó.
A Garbanzo Lee se le cortó la voz cuando habló sobre el reencuentro con su papá y el abrazo que le dio. “La alegría fue increíble, usted no se imagina”, dijo.
Agua vital
La disponibilidad de agua fue clave para que don Alfonso se mantuviera en buenas condiciones físicas, sin embargo, el adulto mayor no comió nada en seis días.
En la zona hay ríos y, en los puntos con sombra, las pozas mantienen buen nivel agua. Eso permitió que Garbanzo Pérez pudiera saciar la sed e incluso refrescarse.
Su caminata finalmente lo llevó hasta la carretera en la comunidad de Río Seco. Ahí logró que un conductor se detuviera y le prestara el teléfono para comunicarse con la familia.
De ahí lo llevaron a una vivienda donde le ofrecieron comida y personal de la Cruz Roja lo revisó. Posteriormente lo remitieron a la Clínica de Santa Cruz.
Alfonso Garbanzo trabajó muchos años en Acueductos y Alcantarillados y se pensionó de esa entidad. Se desempeñó en tareas como avalúos de propiedades.
