Este delito provoca interrupciones en servicios de Internet y telefonía. Delincuentes lo buscan para extraer cobre.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) estima que, entre el 2018 y lo que va del 2023, cerca de 1.300 kilómetros de cable telefónico que han sido robados.
El cable, de tipo par de cobre trenzado, se utiliza para dar servicios telefónicos e incluso de Internet. El perjuicio económico ronda los ₡11.500 millones.
Los delincuentes se llevan este insumo para venderlos en sitios que lo procesan de forma ilegal para extraer el cobre como ocurre con algunas chatarreras.
En Noticias Columbia conversamos sobre este problema con José Romero, jefe de la División Gestión de Red y Mantenimiento de la Gerencia de Telecomunicaciones el ICE. El vocero repasó parte de los inconvenientes que provoca el robo de cable.
“Desde el 2018 a la fecha, han existido 135 mil clientes afectados que no pueden hacer sus llamadas, que no pueden acceder a Internet. De hecho, el 8% son Pymes lo que representa por supuesto una afectación a la productividad de estas pequeñas y medianas empresas que están tratando de salir adelante. Puede ser que queden con un período de una semana o hasta más tiempo mientras se restablece el servicio con una nueva instalación de redes”, dijo.
Romero detalló cuáles son las zonas donde estas situaciones ocurren con mayor frecuencia.
“Es una afectación de todo el país pero principalmente tenemos, al menos en este año, 59 eventos de robo en la Zona Brunca y 54 en la Zona Huetar. Las principales afectaciones en cantidades de kilómetros existen en la zona metropolitana y la Zona Huetar, la parte de Limón y alrededores”, comentó.
El vocero del ICE repasó algunas de las formas en las que los delincuentes sustraen el cable. Comentó que, en algunas ocasiones, simulan ser cuadrillas para poder cometer el robo sin levantar sospechas de conductores o transeúntes.
“Hay ocasiones donde llevan una vagoneta, levantan la góndola, donde se encuentran los postes de electricidad, donde también se encuentra el cableado telefónico. Hacen cortes, pueden retirar 100, 200, 300 metros. Todo ese cable que puede tener, en algunas ocasiones, más de 200 pares, es retirado y va y se vende en un mercado ilegal“, explicó Romero.
“En algunas investigaciones sí se ha encontrado que, por alguna razón, se visten similar a una cuadrilla del ICE, por lo tanto, al existir una escalera o algo, alguien que pasa cerca podría confundirlo y decir que se está haciendo un trabajo, pero, en otras ocasiones, el robo se presenta en altas horas de la noche, donde hay poco tránsito y adicionalmente en sitios más alejados”, agregó.
Escuche aquí la entrevista completa:
En el ICE piden denunciar el robo de cable al 9-1-1. De esta forma se puede coordinar con la Fuerza Pública o el OIJ.
La institución trabaja en la sustitución de instalaciones de cobre por opciones como fibra óptica, conexiones satelitales y redes inalámbricas, de manera que se desincentive el robo de cable.
En algunos lugares donde se dan los robos, se evalúa si es posible reemplazar con fibra óptica o si se debe poner de nuevo la red de cobre.
Foto: Decomisos documentados por el ICE.
