Portada » Menores institucionalizados tienden al rezago en sus capacidades, según especialista

Menores institucionalizados tienden al rezago en sus capacidades, según especialista

by David Perez

El académico de la Universidad Nacional (UNA), Pablo Chaverri, alertó sobre la necesidad de que Costa Rica trabaje hacia una desinstitucionalización de los menores de edad.

El caso de las presuntas agresiones que habrían sufrido niños, niñas y adolescentes que se encontraban al cuido de la Fundación Manos Abiertas, ha creado un debate en torno a la atención que se debe dar de los menores de edad que residen en este tipo de espacios.

En Noticias Columbia, conversamos con el académico de la Universidad Nacional (UNA), Pablo Chaverri, sobre las complicaciones derivadas de la institucionalización de los menores.

Según el especialista en temas de educación y de niñez, existen serias afectaciones cognitivas en los niños que viven en albergues de este tipo.

“Cuando los chicos están crónicamente institucionalizados, muestran un rezago muy importante en su desarrollo neurocognitivo, lo cual se va a ver reflejado en sus diferentes capacidades, habilidades y su desarrollo integral, verdad. Todo niño o niña, en sus primeros años, es muy vulnerable y muy sensible a lo que hay y no hay en su entorno, sin embargo, tenemos también una buena noticia. Los niños y niñas, así como son muy vulnerables, también son muy resilientes y la evidencia demuestra que si son desinstitucionalizados antes de los 8 años de edad, entonces muestran niveles de recuperación en su desarrollo neurocognitivo, en sus niveles de reactivación cerebral, comparables a las de un niño en condiciones normales”, explicó el académico.

Eso sí, Chaverri señaló con optimismo que, con una atención temprana a los padres de niños vulnerables, sí es posible disminuir la violencia que sufren los menores de edad en sus hogares y evitar su institucionalización.

“Las familias, padres y madres, que reciben un programa educativo de 12 semanas sobre técnicas y estrategias de crianza positiva, mostraban una mejora significativa, tanto con respecto a su auto satisfacción, con respecto a su rol como padres, así como una disminución significativa en el uso del castigo físico, al aprender nuevas técnicas. Un grupo control, es decir un grupo de familias que quedaron en lista de espera y no recibieron esta capacitación, más bien tendían a empeorar, es decir, a que aumentaba el uso del castigo físico en el tiempo”, añadió Chaverri.

El especialista explicó que toda asociación de desarrollo debe contar con un comité de niñez y adolescencia que debe ser apoyado y recibir seguimiento de parte de autoridades competentes.

Sin embargo, Chaverri afirmó que esto no sucede así con la gran mayoría, por lo que no se desarrollan las bases de un buen sistema de proyección integral para los menores de edad en las comunidades.

“Cuando desde las comunidades hay una sensibilización y una capacitación a las potenciales violaciones a los derechos de niños, niñas y adolescentes, entonces hay más posibilidades de que se brinde una estrategia temprana de atención que sería una estrategia de bandera blanca, no una atención para castigar a la familia, para decirles ‘vamos a quitar a su hijo porque ustedes no lo cuidan bien’, sino más bien, una atención preventiva. Donde les decimos les ofrecemos. Ayuda estamos aquí para brindarles estrategias de acuerdo también a nuestros estudios la mayoría de las familias en Costa Rica siguen creyendo en el castigo físico pese a que esto está prohibido por leyes de 2008”, señaló el especialista.

Finalmente, el académico de la UNA mencionó que es necesario que el país trabaje en políticas públicas sobre medidas para evitar que los niños y los jóvenes sean institucionalizados.

“Costa Rica debe avanzar hacia la desinstitucionalización, es decir, debe tener un plan o una estrategia nacional, primero, para prevenir los abusos, las violaciones a los derechos de niños, niñas y adolescentes para que, en consecuencia, estos no tengan que salir de sus hogares. Hay varias estrategias que funcionan para esto. Una de ellas es trabajar integralmente con las familias, apoyar a las familias más vulnerables, brindar y capacitar en herramientas para la crianza positiva. Cuando todo esto ha fallado y se han vulnerado los derechos de niños, niñas y adolescentes de forma importante, el siguiente paso es, si no puede vivir con sus padres por diferentes razones o porque fue declarado en abandono, buscar otra persona de su familia”, finalizó Chaverri.

Notas Relacionadas

Leave a Comment

@2023 – Todos los Derechos Reservados. Diseñado y Desarrollado por Wolksoftware

Políticas de privacidad Políticas de privacidad