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Estuvo con el papa Juan Pablo II hace 40 años: “Era como estar caminando en el cielo”

by Lorena Bogantes

El encuentro con los jóvenes en el Estadio Nacional el 3 de marzo de 1983 marcó la vida de quienes en su momento tenían alrededor de 20 años, tal es el caso de don Manuel Rojas, quien en ese momento era parte de la Pastoral Juvenil en el cantón de Limón.

A él junto con otros 2 compañeros de grupo le correspondió llevar un presente al papa en nombre de su vicariato apostólico, en ese momento, Limón no era diócesis. El regalo era un barquito y una pintura que hizo uno de los jóvenes que hoy es un pintor: Honorio Cabraca.

Para ser escogido se repartieron papelitos a todos los participantes del grupo, había uno marcado con una X; fue Manuel quien los repartió uno por uno y él se dejó el último. Al momento de abrirlos, se llevó la sorpresa.

“Yo lo abrí, pero lo abrí al revés, la parte que no tenía ninguna marca me quedó de frente y quedó la parte de la marca hacia el frente de los compañeros, y una compañera me dijo ´usted lo tiene´, y fue toda una sorpresa”, narró Manuel.

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El encuentro con el papa Juan Pablo II

El grupo de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Limón centro que asistió al estadio salió en varios buses desde Limón, ya en el estadio al momento de la entrada del papa el todo mundo alzó pañuelos blancos y lo describió como algo muy emocionante.

Cuando les correspondió ir a presentar la ofrenda al pontífice, al caminar por la alfombra hacia él, Manuel lo describe “como ver a un ángel, las luces y esa vestimenta blanca; sinceramente era, perdone la expresión, pero era como estar caminando en el cielo…”.

Ya estando frente a Juan Pablo II, hubo unos segundos de silencio y él tomó la palabra presentando las ofrendas. Además, le pidió su bendición.

“Yo estaba a su lado izquierdo, él extendió sus brazos, nos abrazó y nos estrechó hacia él, de tal manera que yo quedé sobre el lado de su corazón, estando así él nos dio su bendición”, comentó Manuel.

En ese momento el papa les entregó un estuche con un rosario, recuerdo que aún conserva con mucho cariño.

Dice no recordar cuánto duró ese momento, pero fue muy significativo e impactante en su vida.

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Los oyentes de Noticias Columbia también compartieron sus historias:

Erick Castro de Hatillo: “Siempre recuerdo esa gran congregación en la Sabana, con la misa el 3 de marzo. Fue una gran bendición para mí, recibir su bendición ese día que estaba cumpliendo 13 años, recuerdo ese día como si fuera hoy”.

Esteban Salazar de Guadalupe: “Y nos subimos en el rótulo, y apenas dos minutos de habernos subido, se oyen las sirenas, pasó en el papamóvil, ¿qué lo pudimos haber visto?, Diay, unos 10 segundos, y ya pasó. Pero sí fue un momento de mucha emoción, de veras que ese papa fue un gran inspirador.

Haydee Salgado de Escazú:“Iba por la calle en San Rafael de Escazú, yo quería ir a ver al papa, iba caminando, y me encontré una entrada, entonces eso fue como un milagro; me fui corriendo y entré al estadio, lo vi de largo, pero logré entrar”.

Randall Flores de Aserrí:“Mi mamá me dijo un día muy temprano alístese porque vamos a salir, la sorpresa fue que íbamos para el estadio nacional, un día maravilloso para nunca olvidar. Luego muchos años después entré a trabajar a una agencia de vehículos donde dichosamente estaba el famoso papamóvil”.

Fran Quesada de Tibás: “Tenía yo 19 años cuando el papa vino a Costa Rica; una de las grandes satisfacciones que tuve fue que pude llevar a mi abuelita, la recogí en el Parque Nacional y pude estar con ella ese día. Dos años después ella murió pero me llevo esa gran satisfacción de poder haberla ayudado porque era uno sueño verlo a él”.

Jesús Rivera de Parrita: “Esa foto fue en el cuarto piso del Hospital de Niños, yo estaba frente al ascensor cuando tuve la oportunidad de darle la mano al papa, vieras qué cosa más grande se siente tener a un personaje de esa calidad, él es un santo, vieras qué cara más linda; hasta uno llora, yo me pegué una buena llorada.”

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