Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una disminución del 0.11% durante el mes de febrero y se mantiene tendencia de deflación en el país.
Luego de un leve aumento en el mes de enero, la inflación en el país retomó su tendencia a la baja que ha tenido desde inicios del 2023.
Durante febrero, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) disminuyó un 0.11%, principalmente impulsado por la caída en los precios de productos como los combustibles, los huevos y el tomate.
El coordinador de la unidad de Índices de Precios del INEC, Nelson Castillo, relató parte de los principales hallazgos de este estudio.
“Esta baja en el indicador se debe, principalmente, a disminuciones de precios que se registraron en varios alimentos y bebidas no alcohólicas, destacándose el tomate, con una disminución de 23.94% durante el mes; huevos, sandía, culantro y frijoles. Adicionalmente, otros artículos que bajaron de precio como gasolina, paquetes turísticos al extranjero y automóviles nuevos: En cuanto a incrementos de precios que se registraron, durante febrero, destacan algunos como boleto aéreo, telefonía móvil, papa, arroz, alquiler de vivienda y los servicios de educación privada de preescolar, primaria y secundaria, debido al inicio del curso lectivo durante el mes de febrero”, detalló Castillo.
En cuanto a la gasolina, esta registró una disminución del 1.56%. Sin embargo, según el economista, Malberth Cerdas, es el combustible, principalmente el diésel, el que tiene un mayor impacto en los precios de los demás bienes y servicios.
“Los camiones que transportan todo desde Peñas Blancas hasta Paso Canoas, que son los productos que nosotros consumimos, se transportan en camiones. Entonces, si el precio del diésel empieza a bajar, el costo de los productos puede tender a bajar y eso va a favorecer a precios más bajos, entonces el precio de los combustibles va a ser muy relevante, porque al final tenemos que considerar que si suben los precios de los combustibles, van a subir los precios de los productos que consumimos y esos productos se van a volver más caros y, por ende, vamos a generar inflación”, explicó Cerdas.
El economista agregó que, en un momento de inflación negativa o baja, es importante mantener la calma ante la posibilidad de que elementos externos, como la subida internacional de los combustibles, deriven en nuevos aumentos a los precios.
Además, Cerdas recordó que únicamente el apartado de transportes, dentro del IPC, tiene un peso del 14.82% del total de este indicador.
“Apenas suben los combustibles, suben los pasajes, sube el costo de los transportes, suben los taxis y todo sube. Eso se va a ir trasladando a la economía y, por ende, va a generar inflación. (…) Por eso es que es importante mantener la calma en estos momentos que la inflación está baja, que el tipo cambio está abajo y que el precio de los combustibles está relativamente bajo”, agregó el economista.
En esta misma línea, el analista económico de Mercado de Valores, Pablo González, también señaló que la gasolina es parte de la cadena de producción de distintos bienes y servicios, por lo que un aumento deriva en mayores precios en el mercado.
“Al ser el aumento o la disminución en los costos para la producción, pueden trasladarse de manera total o parcial a los precios del consumidor, de acuerdo con las decisiones que tomen. En este caso, el sector empresarial, precisamente, en la inflación que salió este jueves, uno de los productos que tuvo mayor incidencia a la baja en el indicador total fue la gasolina, principalmente porque también tiene un efecto bastante importante ponderado sobre todo el índice. Eventualmente, si en los próximos meses surgiera la probabilidad de aumentos de estos precios de gasolina o de diésel, por ejemplo, pues también tendrán un impacto positivo sobre la inflación”, indicó González.
Finalmente, el asesor económico de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), Ronulfo Jiménez, reprochó que, con la disminución de precios que se ha reportado desde el INEC, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) no haya ajustado su Tasa de Política Monetaria.
“¿Qué significa esto? Significa que hay una inflación que está controlada, pero que el Banco Central no ha reaccionado con la suficiente velocidad para ajustar su Tasa de Política Monetaria a la baja para corresponder a su promesa de que tiene una política de meta de inflación. El Banco Central ha sido absolutamente lento, omiso en hacer las reducciones necesarias acorde con una inflación negativa en los últimos 18 meses”, manifestó Jiménez.
