
Unos 7,7 millones de personas necesitan ayuda humanitaria «urgente» en Somalia por la sequía que azota a este país del Cuerno de África, advirtieron este martes 51 ONG al pedir a los donantes que aporten fondos para atajar esa crisis.
En un comunicado conjunto, las organizaciones (entre ellas Oxfam, Acción Contra el Hambre o Save The Children) se declararon «profundamente preocupadas por las vidas de millones de somalíes que enfrentan una grave crisis alimentaria y necesitan urgentemente asistencia humanitaria».
Unos 7,7 millones de personas se hallan en esa situación debido a la escasez de lluvias por tercera temporada consecutiva, en la que posiblemente sea la peor sequía en cuarenta años en el país.
De ellos, «se estima que 3,2 millones de personas -en 66 de los 74 distritos de Somalia- ya están sufriendo una sequía extrema.
Las organizaciones alertan de que 1,4 millones de personas serán desplazadas en los próximos meses, congestionando campos de desplazados ya superpoblados y generando conflicto en el acceso a recursos.
Además, subraya el comunicado, «hay un brote actual de diarrea debido a la falta de suficientes servicios de agua limpia e higiene y la desnutrición va en aumento en los estados más afectados por la sequía».
Según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la gravedad de la sequía ha empeorado notablemente desde diciembre de 2021 y continuará esa tendencia este año, lo que hace que el riesgo de hambruna aparezca en el horizonte.
A pesar de «esta necesidad sin precedentes», hasta la fecha se ha financiado menos del 2 % (26,3 millones de dólares) necesario para responder a la crisis, subrayan los firmantes del comunicado, que mencionan a Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Suiza o Noruega entre los donantes que han hecho contribuciones.
A su juicio, «la financiación temprana evita que ocurra una catástrofe -y una respuesta costosa más tarde- y salva vidas. Por lo tanto, los próximos meses son extremadamente críticos para responder con urgencia a las necesidades sobre el terreno».
En 2011, recuerdan, el sistema humanitario internacional «hizo muy poco y demasiado tarde y se estima que 260.000 personas perdieron la vida en una hambruna» en Somalia.
«Debemos asegurarnos de que la historia no se repita», concluyen las ONG.
Debido a la sequía, el primer ministro somalí, Mohamed Hussein Roble, declaró el pasado 24 de noviembre el «estado de emergencia humanitaria».
Además de esta crisis, Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó a este país sin Gobierno efectivo y en manos de grupos islamistas como Al Shabab y señores de la guerra. EFE