Este jueves se realizan las honras fúnebres del oficial Kevin Arroyo Salazar. Él murió la noche del martes en el cumplimiento del deber.
Familiares, amigos y compañeros de trabajo darán el último adiós, con honores, al oficial de 27 años de edad quien tenía aproximadamente seis de laborar en el Ministerio de Seguridad Pública.
Kevin vivía en San Roque de Naranjo, era casado y padre de dos hijos pequeños, de uno y seis años de edad.
El policía, destacado en la delegación de Grecia, viajaba en una patrulla que cayó a un guindo en Santa Eulalia de Atenas. Los hechos ocurrieron durante una persecución a sospechosos de sustraer un vehículo.
Su esposa, Valerie Campos Peña, relató que la noticia se la dieron dos oficiales. Fue un momento que la dejo en shock.
“Llegan dos patrullas a mi casa, una con el sargento Salazar y otra con el teniente Jiménez. Me llaman, me dicen que baje porque necesitaban hablar conmigo. Bajé… no sabían ni cómo decírmelo. Con la cara me lo dijeron todo. Yo me volteé y les dije ‘no lo puedo creer… no creo’; entonces Salazar se volteó y me dijo: ‘sí mi chiquita, lamentablemente Kevin falleció”, dijo.
“Yo estallé, me sentí muy mal. Al principio las lágrimas no me salían pero me sentía frustrada, no sabía ni qué hacer, me sentía muy mal, devastada. Me arrancaron todo, me arrancaron el corazón, el alma… la mitad mía”, añadió.
Campos recordó los últimos momentos que compartió con su esposo el martes.
“Él fue y dejó a mi hijo mayor a la escuela. Después vino, desayunamos juntos y yo le dije: ‘amor no quiero que vayas a trabajar, no quiero que te vayas’. Entonces él me dijo: ‘tengo que hacerlo, hay que ir a trabajar’. Yo lo despedí como siempre, un besito, ‘mi amor te amo, Dios te acompañe, me avisas cuando llegas’. Él se fue para el gimnasio y de ahí se fue para la delegación y me dijo que había llegado”, recordó.
La esposa del policía fallecido lo recordó como un hombre dedicado a su familia y un excelente compañero de vida.
“Era un padre excepcional, muy atento, un esposo súper increíble. La verdad que le agradezco mucho a Dios por haberlo puesto a él en mi camino y por haberme dado estos hijos maravillosos que tengo hoy en día”, expresó.
Entre sus mejores recuerdos, atesora los momentos en que Kevin compartía con los niños en el patio de la casa jugando bola, “quemados”, “la anda” o “escondido”.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, envió sus condolencias a la familia a nombre de toda la institución y agradeció la valentía de los oficiales que a diario exponen sus vidas para proteger a los ciudadanos.
Foto cedida por la familia.
