Aún cuando el presidente Rodrigo Chaves dejó ver su deseo de impulsar acuerdo que podría aumentar desarrollo y competitividad en las economías, en los últimos dos Gobiernos hubo resistencias de sectores opuestos.
Un grupo de cámaras empresariales hacen frente común para presionar por el ingreso de Costa Rica a la Alianza del Pacífico.
La Alianza del Pacífico es un bloque de integración conformado por México, Colombia, Chile y Perú que busca generar crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías y convertirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial, con especial énfasis en el Asia Pacífico.
Los empresarios defienden que el grupo constituye la octava potencia económica y la octava potencia exportadora a nivel mundial, representa el 41%del PIB de América Latina y el Caribe y atrae el 38% de la inversión extranjera directa de la región.
El vocero del sector industrial, Carlos Montenegro sostiene que este es un paso lógico de la política comercial costarricense, dada la crisis mundial y las nuevas tendencias.
“Este bloque económico presenta esquemas de cooperación e integración económica que busca crear articulaciones de coproducción y acumulación de origen entre los países miembros para acceder a nuevos mercados, lo cual representa una oportunidad para que Costa Rica se integre aún más en las cadenas regionales de valor”, señaló Montenegro.
El vocero de la Cámara de Comercio, Arturo Rosabal coincide en que la Alianza del Pacífico es una buena oportunidad para generar inversión y empleo.
“Este tipo de iniciativas es lo que la economía costarricense necesita para generar más y mejores empleos, brindar un mensaje acertado para que haya mayor cantidad de inversión extranjera directa. La Alianza del Pacífico es un mercado de más de 230 millones de personas, que tendrían acceso a miles de productos costarricenses”, manifestó Rosabal.
El director ejecutivo de la Cámara de Exportadores, Andrés Gamboa asegura que este espacio es la ruta correcta para el encadenamiento productivo con impacto en varias áreas.
“Este mecanismo de integración, siendo usado de la forma correcta, representa una herramienta no solo para los exportadores, sino para la sociedad en general pues una eventual adhesión permitirá generar sinergías que impulsen un mayor crecimiento económico del país a través de encadenamientos globales como temas relacionados a medio ambiente, cambio climático, innovación, ciencia, tecnología, desarrollo social, intercambio estudiantil, académico y turismo”, expresó Gamboa.
Al respecto, el actual Gobierno se ha manifestado a favor.
En su plan de Gobierno de campaña, el presidente Rodrigo Chaves escribió que recuperará “el tiempo perdido en comercio exterior aumentando nuestra productividad y concretando nuevas alianzas comerciales, en especial con países de Asia-Pacífico”.
Análisis y oposición. El analista Sergio Araya considera que esta es una plataforma para generar libre comercio con zonas de gran potencial a la cual Costa Rica ya trató de entrar.
Araya señala que con los Gobiernos del Partido Acción Ciudadana esa intención se detuvo.
“En la administración de Laura Chinchilla hubo un intento por adherirse, iba en la línea de los tratados de libre comercio que para esa época se suscribían con gran intensidad, pero a partir del Gobierno de Luis Guillermo Solís, el asunto entra en una especie de parón porque hay discrepancias, inclusive entre miembros del gabinete de Luis Guillermo, que representaban sectores con posiciones contradictorias con respecto a la conveniencia o no de adherirse”, explicó Araya.
Además, Araya recuerda que hay sectores que se oponen porque consideran que el país estaría en desventaja.
“Especialmente los sectores agrícolas consideran que podrían verse perjudicados con esta apertura a productos que entrarían a competir con ellos provenientes de estos otros países con mercados más fuertes y niveles de competitividad superiores a los nuestros”, amplió el analista.
El Presidente Chaves considera que si bien es cierto Costa Rica debe entrar a la Alianza del Pacífico, la agricultura local debe recibir herramientas para competir cómo facilidades de crédito y tecnología.
