Según analistas sus discursos confrontativos y repartición de culpas podría llevar a una falta de gobernanza
En los últimos días, tras los discursos fuertes y sus cuestionamientos a distintas instituciones, el presidente de la República Rodrigo Chaves pareciera que ha renunciado a gobernar.
Esto se puede medir por la falta de negociación que se ha incrementado en los últimos meses, ya que las pocas iniciativas que se han presentado no han contado con mayor avance y en este momento se realizan anuncios de proyectos que ya tenían camino recorrido.
Entre analistas políticos las opiniones al respecto son divididas, para Sergio Araya todas las actitudes que ha tenido Chaves podrían llevarnos a pensar que la gobernanza no es una prioridad.
“Evidentemente el señor Presidente sí pareciera que en esta etapa de su mandato argumentando las dificultades que él dice enfrenta de parte de los otros actores de los supremos poderes y de otros actores, pues pareciera en su narrativa que no solamente ha elevado el tono en algunos casos se ha tornado aún más confrontativa de lo que ya venía haciendo en el pasado”.
Por su parte Mario Quirós agregó que esto no se debe de ver como una renuncia a gobernar, sino más bien a una obstaculización de los demás.
“Lo que hemos visto en sus últimos discursos, es que está doblando la apuesta por su enfoque y el estilo de liderazgo que ha adoptado, ha enfatizado su narrativa en la lucha contra los obstáculos identificando tanto la oposición política como a ciertas instituciones”.
Además, en sus discursos sobre las elecciones del 2026, surge la duda de si el presidente ha incurrido en beligerancia política.
Para el experto en este tema de la Universidad Nacional José Andrés Díaz, esto es algo que deberá de medir el Tribunal Supremo de Elecciones sin embargo podría haber una leve línea que el mandatario está rozando.
“Ciertamente en sus últimos discursos y bueno de hecho en algunos otros sí, por lo menos parece que raya verdad en esa línea, empieza a mencionar las próximas elecciones o los resultados que esas elecciones van a tener, algo completamente inusual en la política costarricense, por lo menos en los últimos 20 30 años no recuerdo un presidente, un Poder Ejecutivo que buscar referirse a cómo iban a hacer los resultados o incluso utilizar eso como una herramienta para tratar de si se quiere presionar otros actores políticos”.
Punto que nuevamente no comparte el analista Mario Quirós, ya que se estarían estirando los alcances del Código Electoral para incluirlo.
“En el contexto que por lo menos yo interpreto, el Código Electoral, la beligerancia implicaría una participación activa, en valga la redundancia actividades partidistas o bien el uso de una posición pública para influir en un proceso electoral algo que en este momento no se da”.
Intentamos conocer la posición del Tribunal Supremo de elecciones, sin embargo, al cierre de edición no obtuvimos respuesta.
