En entrevista con Noticias Columbia, el Padre Mario Segura, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, se refirió a lo que conlleva la Semana Mayor.
La Semana Santa representa para la comunidad cristiana el momento más importante del año, donde se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Desde el Domingo de Ramos hasta el Triduo Pascual, que culmina el Domingo de Resurrección, la Iglesia Católica repasa los acontecimientos de mayor importancia para los creyentes.
En entrevista con Noticias Columbia, el Padre Mario Segura, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, se refirió a lo que conlleva la Semana Mayor.
“Este tiempo para nosotros es un tiempo de oración y reflexión y el más importante de todo el año litúrgico, ya que reflexionamos sobre la vida, pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, que es el centro de la vida de nosotros los católicos”, indicó.
El Padre recordó que previo a la Semana Santa la Iglesia vive la cuaresma, que es un tiempo de preparación en el cual, a través del ayuno, la oración y la caridad, la comunidad cristiana se prepara para ser mejor.
Dentro de esa preparación están la abstinencia y el ayuno, que se mantienen algunos días de Semana Santa, según explicó el sacerdote.
“El ayuno es poder privarme del alimento, y a través de la privación del alimento eso que iba a invertir en alimentación lo tomo y se lo ofrezco a alguna persona en obras de caridad y materiales, dentro de la Semana Santa podríamos decir entre comillas que el Viernes Santo es el día obligatorio para nosotros como católicos de hacer ayuno; la abstinencia, en cambio, nos hace a nosotros llegar a poder privarme de alguna cosa que yo pueda ofrecer a Dios, como por ejemplo si soy un fanático del Facebook o de las redes sociales pues voy a tenerme de hacerlo”, explicó el sacerdote.
Dentro de la Semana Santa existen signos relevantes, como los colores que se utilizan dependiendo de la celebración, así como la ausencia o presencia de ciertos cánticos y flores.
El Padre Segura manifestó que, a través de la Semana Mayor, el cristiano vive el nacimiento, desarrollo, muerte y resurrección de Jesús.
“A través del Domingo de Ramos se alaba a Jesús como rey con cantos y con palmas, que por eso los fieles los llevan, y pues es parte de la Eucaristía del Domingo de Ramos que por eso se le llama así, se bendicen esas palmas para manifestar esa alabanza a Jesús como rey, pero en un contexto que sabemos que va a desembocar, porque ahí mismo se hace la lectura de la Pasión, para que nosotros podamos entonces llegar a comprender que la verdadera y auténtica realeza de Dios está en la entrega, en el servicio y en la donación de sí mismo a los demás, y eso es lo que se representa en los días santos: el Jueves Santo, que es el otro día donde ya se inicia el Triduo Pascual con la Cena del Señor y el lavatorio de los pies, se recuerda entonces ese punto neurálgico de la vida de Jesús, una vida de entrega y de servicio totalmente lleno de humildad, que desemboca en la Pasión del Señor a través de su crucifixión, y desemboca también en el Sábado Santo, el sábado de gloria, en la mañana es de silencio y de meditación, para llegar a la noche y empezar en ella con la Vigilia Pascual, esa resurrección, esa fiesta, esa alegría de todos los católicos, que significa que Jesús vence a la muerte y nos da la oportunidad también, a pesar de las oscuridades de la vida, de tener una nueva oportunidad de hacer las cosas mejor”, expresó el sacerdote.
