La diputada frenteamplista, Sofía Guillén, denunció que personas, producto de estas jornadas, han recurrido al consumo de drogas para poder aguantarlas.
La diputada del Partido Frente Amplio, Sofía Guillén, encendió el debate durante estos últimos días por las jornadas extraordinarias o jornadas 4×3 y el abuso de sustancias.
Para la frenteamplista, este tipo de horarios pueden incidir en el consumo de drogas por parte de las personas trabajadoras. Guillén aseguró que conoce de casos de personas que han incurrido en estos vicios debido a la presión laboral.
“La modificación de la jornada tiene efectos sobre la salud física y mental de las personas. Si ustedes no me creen, si no creen en el informe internacional de la OIT, si no creen en el criterio del Consejo de Salud Ocupacional, si cuando vine aquí y les dije que tengo dos casos de seres humanos reales, jóvenes de mi generación, que para aguantar una jornada extendida en un call center, terminan la jornada con cocaína a ver si logran llegar hasta el final de la noche, porque los obligan a hacer horas extras. Si ustedes no me creen, consultémosle al IAFA”, manifestó la legisladora.
Para la doctora del Centro Nacional de Información de Medicamentos (CIMED), Monika Hidalgo, existen dos tipos de consumo en los que las personas podrían incurrir producto de jornadas laborales largas.
“El consumo, tanto de relajantes o represores del sistema nervioso central, como de estimulantes. El estimulante para hacer que se pueda estar alerta y resistir más el cansancio físico y mental debido a esas largas jornadas. En segunda instancia, estaría el tema de consumo de relajantes debido al estrés. Esto se ha conocido como el síndrome de ‘burnouts’ (desgaste mental, estar quemado) que tiene muchas implicaciones a nivel emocional y en la salud mental de las personas”, explicó Hidalgo.
Por su parte, el profesor de Farmacia de la Universidad Latina, Marvin Gómez, destacó que el problema puede incidir, no únicamente en un aumento de consumo de drogas ilícitas, sino también de otro tipo de sustancias.
“El modo de vida actual y, sobre todo, las presiones que hay en los trabajos, más que todo en un ambiente corporativo con tanto bombardeo de información, es abrumador el estilo de vida laboral en la actualidad. Indudablemente, mucha gente para poder sobrellevar esas cosas tiene que incurrir en tomar medicamentos, no solo drogas ilícitas, algunas veces como para estimularse y dar la talla en el trabajo, sino también medicamentos de prescripción, es decir, recetados por médicos muchas veces para poder calmar la ansiedad o poder conciliar el sueño, así como levantar un poquito el estado de ánimo cuando las presiones del trabajo los han llevado a un nivel de conductas depresivas”, añadió Gómez.
Finalmente, para la psicóloga Paola Vargas, es importante considerar que las personas requieren de diferentes tipos de actividades para desahogar parte de las presiones que puede generar una amplia jornada laboral.
“Se piensa que hay que pasar haciendo. Es una carga que es errónea. A veces nos sentimos culpables por no hacer cosas y pensamos que uno tiene que ser productivo siempre para no ser vago. ¿En qué momento cuidamos nuestra salud mental? ¿Sabemos lo que necesitamos? ¿Nos damos ese chance o estamos corriendo? Cuando hablamos de salud mental, el escenario ideal sería ser preventivo, pero no es la realidad nacional”, mencionó la psicóloga.
