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La historia detrás del doctor tico que trasplantó intestino delgado en esófago y permitió a joven comer de nuevo

by Lorena Bogantes

“Fue una una cirugía de primer mundo”, confiesa médico, que contó los detalles sobre procedimiento médico único que le permitió a muchacho de 23 años volver a masticar. Esta es la historia de una operación increíble realizada en Costa Rica y que por solo un centímetro estuvo a punto de estropearse por completo.

En agosto del 2021 el Dr. Ricardo Alfaro se enfrentó a la cirugía más compleja de su vida.

Se realizó en el Hospital San Juan de Dios y fueron 12 horas de mucha concentración, pues a su equipo le tocó reconstruir el esófago de un joven de 23 años que había sufrido una quemadura interna.

‘Columbia’ retrató la llamativa operación y exploró en esos detalles únicos y no contados sobre la cirugía en el país.

El joven tenía deformado el conducto muscular y tras un primer intento de salvarlo, unas semanas después de la cirugía el esófago estaba cicatrizado. Sin embargo, quedaron pegado unas partes con otras.

Es decir ya no era funcional para el joven, pues esta es la vía de alimentación; la comida se mastica y baja a través suyo.

En ese primer intento, la alternativa era crear un procedimiento endoscópico (sin necesidad de una operación como tal), el joven se fue del centro médico relativamente estable, pero los resultados no fueron los esperados, menciona el doctor Alfaro.

El paciente volvió a sufrir problemas, empezó a sufrir desnutrición por no poder comer y “entró en un severo estado de desnutrición, de hecho, llegó aquí a emergencias muy desnutrido en muy mal estado… llegó en los puros huesos”.

Había que tomar una nueva decisión

En ese momento el equipo debía decidir cuál sería un procedimiento alternativo adecuado; el Dr. Alfaro señaló que lo usual es utilizar el estómago para reconstruirlo, sin embargo, por el mismo problema interno este tampoco era apto.

Otra opción era el colon, sin embargo, no consideraron que fuera la mejor alternativa, ya que tiene algunas condiciones a largo plazo que no necesariamente pueden beneficiar al paciente.

Por lo tanto, en el Hospital San Juan de Dios empezaron a buscar otras opciones.

La elegida era algo totalmente nuevo en Costa Rica y que ya había sido probado en otros países.

Es un procedimiento con alta complejidad y que involucra a múltiples especialistas de varias áreas.

Agregó que, “además no teníamos expectativas muy claras de las posibilidades que podíamos tener de éxito porque es un procedimiento que era nuevo en nuestra realidad”.

El paso a paso

De esta forma lo que se hizo fue tomar el intestino delgado y prácticamente fue como haberlo trasplantado al espacio del esófago, menciona el especialista.

“Dimos ese paso a pensar en grande y hacer una cirugía de primer mundo, estos procedimientos en Estados Unidos se hacen con frecuencia, puesto que ellos hace tiempo tienen la tecnología y el personal…”.

Fue una cirugía muy larga, tardó 12 horas y resultó exitosa, el paciente evolucionó sin contratiempos, salió de ahí a cuidados intensivos y finalmente pasó a salón.

Un procedimiento como este normalmente funciona por equipos, se dividió en diferentes tiempos: primero correspondía hacer la parte toráxica, luego la parte abdominal, de tercero la preparación del lecho quirúrgico que involucra la plastía de la pared y finalmente anastomosis.

En cada tiempo entran los diferentes actores a hacer lo que les corresponde. El doctor Alfaro era el coordinador principal y estuvo ahí durante las 12 horas,.

“Cuando uno está bajo esa montón de adrenalina y esas emociones se le quitan las ganas de todo y uno no piensa en que tengo hambre, que tengo frío, que tengo sueño, nada… querés que todo salga bien, y en mi rol de ser el que dirigía los tiempos y el que iba coordinando todo no podía irme porque era el rol que yo estaba asignado a hacer”, dijo el especialista.

“No te voy a decir que eso es lo correcto… pero en esa situación que se está sometido a tanto estrés y tanta adrenalina, en mi caso en particular y en esta operación no tuve chance de hacerlo…”, agregó.

En el proceso hubo un inconveniente

La mayoría de las cirugías complejas tienen algún contratiempo, en cualquier instante y en este caso en particular hubo momentos de tensión, según comenta el médico.

Cuando los médicos tenían que avanzar el intestino hasta el cuello, en algún momento se dieron cuenta que no les daba la distancia y ya estaba el paciente operado en las diferentes etapas.

Lo que debían hacer era pegar la arteria a la vena, y pegar el intestino al resto de esófago que le quedaba al paciente.

Imagínate lo que es que llegués a ese punto y no te dé, nos faltaba como un centímetro, centímetro y medio, y no daba… y no tenés como estirarlo porque no es un tejido elástico… entonces eso sí fue un momento de mucho estrés”, agregó el Dr. Alfaro.

Ante esto, en una cirugía de este tipo, siempre hay un plan A, B y C, por lo que se hicieron maniobras para cambiar la vía del intestino hasta lograr el objetivo final; esto extendió la cirugía alrededor de una hora más de lo estimado.

¿Qué pasa por un cirujano la noche antes a un procedimiento como este?

El Dr. Ricardo Alfaro comentó que tenía una mezcla de emociones, “por un lado la parte que te tiene aquí haciendo esto… es esa parte de querer ayudar a la persona, haberlo conocido, haber hablado con él, ver sus necesidades, ver su tristeza… es un empujón, una fuerza que te empuja a querer dar lo mejor para ayudar al prójimo… sentir que vas a ayudarle a esta persona…”.

Por otro lado, viene el miedo, “y el que diga que no siente miedo pobrecito, porque es algo muy humano… te obliga a estar muy alerta”.

La noche antes, cuenta el médico, estaba un compañero de guardia y conversó con él para verificar que todo estaba listo, tanto con el paciente como con la reserva de la sala y otros detalles.

¿Qué sucedió después de las 12 horas de cirugía?

Tras finalizar el procedimiento lo primero que hizo fue irse a la casa a comer, contarle a la familia sobre lo que había hecho, lo orgulloso que estaba de sí mismo y sus compañeros.

“Muy esperanzado y pedirle a Dios que todo saliera de la mejor manera, y que el éxito que tuvimos en la cirugía se mantuviera también en el post operatorio”, contó.

Fueron muchas personas las que participaron, entre personal médico quirúrgico (unas 10 o 12 personas), en Cuidados Intensivos son unas 3 personas, también está el equipo de la parte nutricional que son otras 3 personas; y a esto se suma mucha gente de personal de enfermería y otras labores, al final sumaron unas 40 personas involucradas de una u otra forma.

“Yo creo que esta es la cirugía más compleja en la que yo he participado en este hospital”, cerró contando el especialista que cuenta con 10 años de trabajar en el Hospital, 6 años de experiencia como cirujano general, tiene además una especialidad en cirugía de tórax desde hace 3 años.

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