Le atribuyen 33 delitos de peculado. Investigación contra otras personas sospechosas continuará mediante un «testimonio de piezas» o expediente derivado del principal.
La Fiscalía Adjunta de Probidad Transparencia y Anticorrupción presentó acusación y solicitud de apertura a juicio contra un exfuncionario del Banco Nacional, de apellido Olivas, principal sospechoso de participar en el robo de ₡3.293 millones de la sede central de la entidad financiera en San José.
El sujeto fue detenido en noviembre del 2023 durante una serie de allanamientos efectuados por agentes del OIJ. Noticias Columbia conoció que le atribuyen 33 delitos de peculado.
Este tipo de ilícito se define como la sustracción o distracción de dinero o bienes del erario público, cuya administración, percepción o custodia le haya sido confiada a un funcionario en razón de su cargo.

La acusación fue presentada ante el Juzgado Penal de Hacienda y de la Función Pública del Segundo Circuito Judicial de San José.
Olivas, quien fungía como un tesorero de procesamiento de efectivo. Actualmente descuenta prisión preventiva y la Fiscalía solicitó una prórroga de la medida.
Se espera que este viernes 2 de mayo el Ministerio Público brinde mayores detalles con respecto a la acusación.
Cronología
El 24 de octubre del 2023, las autoridades del Banco Nacional informaron que presentaron una denuncia ante la Fiscalía y suspendió a cinco funcionarios. La entidad financiera admitió “una diferencia contable entre los registros y el dinero (en efectivo) existente en custodia”.
El 26 de octubre, en una entrevista en Noticias Columbia, el fiscal general, Carlo Díaz, dijo que la tesis principal es que se trató de una sustracción.
El 8 de noviembre, el Ministerio Público y el OIJ realizaron allanamientos simultáneos para recopilar evidencia y lograr la detención de personas sospechosas.
El director de la Policía, Randall Zúñiga y el fiscal general, revelaron que aparentemente, Olivas sacaba el dinero en efectivo en sobres de manila. Lo hacía aprovechando que en la oficina solo había una cámara de vigilancia cuyo ángulo no permitía observar con claridad la manipulación del dinero una vez que se abría la puerta de la caja fuerte.
Los jerarcas señalaron que la investigación debía determinar si otras ocho personas actuaron en complicidad con Olivas o si incumplieron sus funciones de vigilancia y supervisión de los recursos.
En ese momento, se informó que el sospechoso estaría relacionado con al menos 10 situaciones documentadas entre el 17 de agosto y el 26 de setiembre. Sin embargo, se presume que las sustracciones iniciaron mucho tiempo atrás aprovechando debilidad en los controles y arqueos.
Parte del dinero habría sido utilizado por el principal sospechoso para hacer múltiples y costosas compras de lotería. Por esta razón, policialmente el caso fue conocido como «gallo tapado», en alusión al juego de azar.
Por este caso se investiga a personas de apellidos, Madrigal, que era jefe de Tesorería, Blanco y Ramírez, supervisores de procesamiento de efectivo, Ugalde, supervisor de Tesorería de procesamiento de efectivo, Hernández, contador, Cerdas, autoevaluadora de procesamiento de efectivo y Bolaños, oficial de seguridad. Inicialmente fueron detenidas pero luego quedaron en libertad con algunas medidas cautelares.
Hay otra personas investigada, de apellido Herrera, que laboraba en el área de Dirección Jurídica de la entidad financiera.
La investigación contra estas personas continuará mediante un «testimonio de piezas» o expediente derivado del principal. Al parecer hacen algunos análisis financieros.