La diputada oficialista, Pilar Cisneros, aseguró que no es importante si el presidente, Rodrigo Chaves, tuvo injerencia en el Poder Judicial para detención de exdefensora de los habitantes, Ofelia Taitelbaum.
¿Tuvieron impacto las presiones ejercidas por el presidente de la República, Rodrigo Chaves, en la detención de la exdefensora de los Habitantes, Ofelia Taitelbaum?
Durante varias semanas, el mandatario aprovechó sus conferencias de prensa para lanzar críticas en contra del Poder Judicial por el lento avance en el proceso penal que enfrenta la exdefensora.
Por ejemplo, el pasado 4 de setiembre, el presidente Chaves aseguró que pese a comentarios en su contra, no descansaría hasta ver a Taitelbaum en prisión.
«El Poder judicial no está logrando muchas cosas y ahora con doña Ofelia lo que quieren es ponerme una mordaza, decir ‘usted no puede decir dónde está doña Ofelia’. Pregunto, ¿Dónde está doña Ofelia, ya le fijaron la fecha para condenarla? Pregunto, ‘no, todavía no. Sigue la señora irrespetando cada vez que entra a un lugar público, sea la ópera, sea a visitar a su amigo Rodrigo Arias Sánchez en el lanzamiento del libro, sea andar en los supermercados caros y boutiques de, Escazú ofende al alma costarricense, igual que Ayales (Farid), cuando publica fotos descaradamente fumándose un puro y tomándose un whisky en sus redes sociales, el pobrecito que ya se moría que hubo que soltar por caridad humana, no sean tan sinvergüenzas. Que me acusen, seguiré preguntando dónde está Ofelia Taitelbaum hasta que me digan que está en el Thelma Curling», manifestó el mandatario.
Para el abogado defensor de Taitelbaum, Hugo Navas, los constantes señalamientos de Chaves tuvieron injerencia en el Poder Judicial.
Según Navas, no se respetó el debido proceso en la resolución de apelación que dictó la Sala Tercera.
«El presidente y Juan Diego Castro le dijeron al Poder Judicial que eran unos inútiles y que no servían para nada. Entonces, yo creo que están resolviendo atropelladamente este caso con tal de lavarse la cara, pero la realidad es otra, porque ni siquiera están respetando el debido proceso. A mí me notificaron el martes la excusa de los magistrados principales por los suplentes, que se estaban excusando los magistrados de planta, se estaban excusando por los suplentes, no me notificaron cuáles suplentes. Entonces, yo voy a recurrir y voy a solicitar la nulidad de esa resolución porque ni siquiera están respetando el tiempo de ley que tiene que tomar firmeza una resolución y, aparte, ni siquiera me están notificando quiénes son los suplentes para ver si yo necesito recusar a alguno de los mismos. Entonces, mi respuesta es que esto está sucediendo por la presión que ha tenido el presidente durante todo el año contra esta señora», mencionó Navas.
El secretario general del Sindicato de la Defensa Pública (Sindepu), Hugo Solís, aseguró que con esta situación se está enviando un mensaje peligroso.
«Por un lado, si la Sala Tercera cedió ante las presiones del Ejecutivo, con relación a las declaraciones que brindó el señor Presidente junto con algunos otros que son parte de su equipo de trabajo el miércoles en la conferencia de prensa, evidenciamos que hay una intromisión entre los poderes y sus labores, clara y preocupante. Si, por el contrario, la Sala Tercera actuó sin ninguna presión, sino que lo hizo en el ejercicio de sus competencias, también lo hizo un mal momento y con una pésima lectura de la coyuntura actual. La justicia tiene que ser completamente apolítica y en eso estamos completamente claros, pero en la coyuntura en la que nos encontramos, en que hay una guerra declarada por parte del Poder Ejecutivo contra el Poder Judicial, la lectura debió haber sido más cuidadosa para evitar propiciar suspicacias que generen dudas sobre cuál es la independencia y la objetividad con que actúan los jueces, en este caso, los magistrados de Sala Tercera en nuestro país», afirmó el líder sindical.
Para el analista en comunicación política, Mario Quirós, las instancias de Sala Tercera actuaron con independencia pese a constantes comentarios de Chaves en contra del Poder Judicial por presunta impunidad.
Sin embargo, considera que hay peligros asociados con la idea de que existe una influencia e intromisión entre poderes.
«En este nivel, podemos decir que, en el corto plazo, el presidente Chaves sí podría salir sacar alguna ventaja en capital político, pues le valida su narrativa de lucha contra esa casta de la vieja política, refuerza un discurso que ha tenido contra las élites tradicionales, que se presenta como un líder que enfrenta figuras asociadas con prácticas corruptas y está defendiendo a la ciudadanía de un sistema obsoleto que se percibe como lleno de privilegios y de protección, dentro de los mismos miembros de ese grupo. Ahora, en el largo plazo, creo que también hay que mencionar que la detención de figuras políticas y, especialmente, en el contexto en en el que estamos, sí o sí tiende a tener efectos negativos sobre la credibilidad y legitimidad del sistema político en su conjunto. También, dejar la idea de que las acciones judiciales están, cierto o no, como yo creo que no, pero que se pueden influenciar por presiones políticas, nos ponen el riesgo de confianza de una independencia del sistema judicial. Cuando se asocia al sistema con conflictos políticos, el resultado acaba siendo una mayor desconfianza en las instituciones y en la clase política general que termina, no solo erosionando la legitimidad del sistema o de partes del sistema, sino hasta la del presidente como figura, no como nombre», explicó el politólogo.
Finalmente, la diputada oficialista, Pilar Cisneros, señaló que no es importante si hubo influencia o no del presidente de la República para que el caso se resolviera.
«Es imposible saber si el constante recordatorio del presidente Rodrigo Chaves sobre que no se hacía justicia en relación con la condena que había recibido doña Ofelia tuvo o no tuvo influencia sobre el juez. Yo creo que aquí lo importante es esto, la justicia debe ser justa pronta y cumplida para todos los ciudadanos de este país y lo que no se vale es que un juicio, que empezó hace casi 10 años y que ya tenía sentencia hace mucho, pues no se cumpliera con la condena impuesta por el juez. Entonces, lo importante no es si hubo o no hubo influencia del presidente, lo importante es que se hizo justicia», sentenció Cisneros.