De acuerdo con las disposiciones electorales, algunos funcionarios públicos que quieran aspirar a la presidencia deben renunciar a sus cargos 12 meses antes.
El Partido Liberación Nacional (PLN) iniciará este lunes su proceso de inscripción de precandidaturas, y dentro de los aspirantes hay dos diputados en ejercicio: los liberacionistas Carolina Delgado y Gilberth Jiménez.
¿Deben los diputados en ejercicio renunciar a sus curules para aspirar a la Presidencia de la República?
De acuerdo con las disposiciones electorales, algunos funcionarios públicos que quieran aspirar a la presidencia deben renunciar a sus cargos 12 meses antes, como los ministros de Gobierno y los magistrados del Poder Judicial.
Juan Luis Rivera, jefe del área de Letrados de la Secretaría del Tribunal Supremo de Elecciones, manifestó que, en el caso de diputados, no hay obligación de renunciar.
“La Constitución Política no establece que estos funcionarios deban renunciar al cargo, es decir, no les exige que renuncien para presentar una candidatura al cargo de presidente de la República”, comentó.
El letrado recordó casos como el de Fabricio Alvarado en el periodo 2014-2018 y José María Villalta en el 2018-2022, por ejemplo.
A esto se une que la normativa tampoco les impide hacer campaña a través de sus puestos, según Rivera.
“Los diputados de la República, por su naturaleza, son funcionarios políticos, es decir, no están sujetos a ningún régimen de prohibición de participación política, porque la propia naturaleza del cargo tiene esa condición política e incluso partidaria; sin embargo, el hecho de que no estén dentro de esta prohibición no significa que estén exentos de controles, pues habrán normas que regulan el uso de los bienes públicos por ejemplo, habrán disposiciones a nivel parlamentario sobre el uso de los bienes y demás, pero son regulaciones que en este caso son administrativas”, añadió.
En carne propia
Uno de los casos en los cuales esta situación se ha presentado fue con Fabricio Alvarado cuando fue legislador en el período 2014-2018, y aspiró a la Presidencia en las elecciones del 2018.
Consultado por Noticias Columbia, el diputado manifestó que no existe ningún problema con que convivan ambas situaciones, según su experiencia.
“No hay ninguna controversia, porque los diputados somos funcionarios que trabajamos en la política costarricense sin mayores abreviaturas, es normal que un diputado participe de la política electoral en Costa Rica y en el resto del mundo, pues se trata de la institución fundacional de las democracias contemporáneas, en los regímenes parlamentarios, de hecho, esto es todavía más obvio; además, como ganamos dieta, pues si las labores de candidatura nos obligan a ausentarnos de los órganos de discusión parlamentaria, comisiones, plenarios, reuniones de fracción, etcétera, pues básicamente y simplemente perdemos la dieta y no hay coste para el erario, pero también agregaría una cosa más: y es que los diputados, pues la mayoría sino todos, participamos de la política electoral, más allá de si uno es candidato o no”, dijo.
Alvarado agregó que no considera que deban hacerse reformas para obligar a los diputados a renunciar para dedicarse a hacer campaña política.
Por su parte, el exdiputado Welmer Ramos en el período 2018-2022, quien también aspiró a la presidencia en el 2022, manifestó a Columbia que la participación electoral debe ser para todos.
Por ende, señaló que no es necesario que se le exija a un diputado renunciar, pero deben controlarse algunos aspectos.
“La función legislativa es meramente política, es de tramitar leyes, de nombrar los miembros de órganos de otros poderes, de hacer control político y no veo por qué deba inhibirse a participar en política electoral a un diputado si quiere aspirar a un cargo, y si además ha demostrado que tiene capacidades y vocación; de hecho los 57 participan abiertamente en campañas electorales, lo que no debe hacerse es que un diputado pida permisos con goce de dietas por sus ausencias para hacer proselitismo; dadas las dinámicas legislativas, un buen diputado puede manejar un ciclo electoral de 3 meses, sin que se afecte su desempeño, los legisladores de bajo desempeño, los malitos, lo serán aún cuando estén a tiempo completo, y los de buen desempeño pueden seguirlo siendo”, comentó.
