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Costa Rica tiene una de las menores brechas salariales por género de la OCDE

by David Perez

Sin embargo, la brecha no toma en cuenta elementos característicos del empleo en el país, según experta en ciencias económicas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer los números de sus países integrantes en cuanto a la brecha salarial entre hombres y mujeres. 

Costa Rica aparece en el lugar número seis, muy por debajo del promedio de la OCDE, con una brecha en el salario mediano de 5.2%, mientras que Corea es el país peor calificado en este indicador, con un 31.1% de diferencia.

La investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR, Daniela Córdoba, explicó en qué consiste la medida de “salario mediano”.

“Los salarios medianos significan que son los que están en el medio de la distribución de todos los salarios, cuando se ordenan de menor a mayor. Entonces, como la brecha para Costa Rica es de aproximadamente 5%, la explicación va en la línea de que las mujeres van a tener un salario mediano que es un 5% menos que el salario mediano que reciben que los hombres”, mencionó la especialista

Según Córdoba, la brecha es mayor a lo indicado por la OCDE, ya que no se toma en cuenta que hay menor participación de mujeres en el mercado laboral, además de que estas tienen un mayor nivel educativo promedio que los hombres.

“Ese 5.1% para Costa Rica es bajo a simple vista. Sin embargo, esas brechas son absolutas. Son brechas que no toman en cuenta las características que tengan las personas. Están comparando un hombre genérico con una mujer genérica y esos promedios pueden ser muy distintos. El mercado laboral costarricense tiene la característica de que las mujeres tienen un nivel educativo, en promedio, que es mucho más alto que el de los hombres”, explicó Córdoba

Por su parte, la abogada experta en derechos humanos e igualdad, Larissa Arroyo, mencionó que hay otros elementos importantes a considerar en cuanto a las brechas laborales entre hombres y mujeres.

“Hay cosas que no se reconocen en esos datos. Por ejemplo, el trabajo doméstico o las labores de cuido que, al día de hoy, justamente por esos roles y estereotipos de género que no hemos logrado desmontar a nivel cultural y social, hacen que las mujeres tengan una mayor dificultad para poder, no solo gozar de los mismos derechos y acceso al trabajo, sino también a puestos de decisión, puestos de poder y también a la parte de descanso”, detalló la abogada.

Finalmente, Arroyo mencionó que estos números, pese a superar a la mayoría de países de la OCDE, no son para celebrar o consolarnos, porque existe también una falta de datos en el tema.

“Lo más importante es entender que no debería haber ningún tipo de discriminación, en este caso por género, pero tampoco por otra condición o situación, ya sea raza, etnia, edad, lugar de origen, estatus migratorio, etc. Ese es el punto de partida siempre. Es decir, que no podemos, de alguna manera, tener una perspectiva consuelo porque estamos un poquito mejor que otros países. Eso me parece que es lo principal. Lo segundo es que también tenemos que considerar que muchas veces no tenemos datos sobre las desigualdades”, añadió Arroyo.

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