Agencia FDA de Estados Unidos eliminará el uso de colorantes a base de petróleo por aparentes efectivos nocivos para las personas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) avanza en su intención de eliminar gradualmente el uso de colorantes a base de petróleo en la producción de alimentos.
Según han destacado desde el organismo internacionales, estos compuestos pueden tener efectos nocivos para las personas que consumen dichos productos.
Ante este panorama, desde el Ministerio de Salud anunciaron que se encuentran evaluando la situación nacional con respecto al uso de estos colorantes en producción alimenticia.
La jerarca de Salud y vicepresidenta de la República, Mary Munive, se refirió a los compuestos específicos que se estarían eliminando por parte de la FDA. Además, envió un mensaje a los productores de alimentos del país.
«Los colorantes afectados incluyen el rojo cítrico número dos; el naranja B, a eliminarse pronto y otros como el rojo número 40 y el azul número uno, esto para el 2026. Ante esto, el ministerio pide a la industria revisar sus fórmulas y considerar colorantes naturales. Iniciará también un proceso técnico de revisión basada en recomendaciones internacionales y también garantiza medidas regulatorias para proteger su salud, incluyendo posibles cambios en reglamentos técnicos centroamericanos. El Ministerio de Salud reafirma su compromiso con la salud pública y la adopción de estándares internacionales e invita a la población a mantenerse informada, eso sí, por los medios oficiales», indicó Munive.
Desde el Ministerio de Salud señalan que pretenden garantizar que se tomen las medidas necesarias para salvaguardar la salud de la población.
Por su parte, desde la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) defendieron el uso de los colorantes de manera adecuada para su producción.
Según el vicepresidente ejecutivo de la organización, Mario Montero, no hay evidencia de una afectación a la salud ante el uso de estos ingredientes.
«Todos los ingredientes utilizados en el suministro de alimentos en nuestra región se encuentran debidamente regulados por la normativa común centroamericana y han seguido un proceso riguroso de evaluación científica y objetiva, a partir de lo cual debemos transmitir un mensaje de confianza a los consumidores, pues toda la evidencia científica de muchos años señala la seguridad en el consumo de este tipo de ingredientes, los cuales han sido sometidos a intensos procesos de evaluación por parte de entidades científicas como el comité de expertos de la FAO y la Organización Mundial de la Salud en materia de aditivos alimentarios o la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, así como la misma FDA de los Estados Unidos, los cuales durante los últimos años, hasta muy recientemente, han sostenido que no tenemos evidencia científica que señale la existencia de algún tipo de riesgo para la salud de la población. En este sentido, dada la evidencia y dada la normativa extensa que se aplica en países como los nuestros, podemos estar tranquilos con respecto a la seguridad en el consumo de este tipo de ingredientes», aseguró Montero.
¿Pueden ser perjudiciales los colorantes para la salud?
Según la representante del Colegio de Profesionales en Nutrición, Merryam Alfaro, explicó que esta eliminación en el uso de estos ingredientes es positivo, principalmente para la protección de los niños.
Además, indicó que la tendencia de los consumidores en su elección de productos se encamina hacia alimentos más naturales.
«Aunque muchos de esos aditivos han sido aprobados por organismos regulatorios, estudios han demostrado que pueden estar relacionados con efectos neuroconductuales, como lo son la hiperactividad o problemas de atención. Además, algunos han demostrado ser potencialmente cancerígenos en estudios animales, como lo vimos con el colorante rojo número tres. A nivel internacional, ya hemos visto como regiones como Europa y Canadá también han adoptado por enfoques más estrictos, exigiendo etiquetas de advertencia o favoreciendo el uso de colorantes naturales. Esta transición no solo responde a temas de salud, sino también a una creciente demanda del consumidor por productos más limpios y transparentes. En este caso, Costa Rica, si bien aún no existe una legislación específica que prohíba este tipo de aditivos, sí hay un movimiento creciente, tanto desde la industria como desde el ámbito académico y profesional por promover alimentos muchísimo más naturales y saludables, por supuesto, con etiquetas claras y con un menor uso de aditivos sintéticos», explicó la nutricionista.