Tiempo límite para que un miembro de un supremo poder renuncie en busca de una curul es el próximo 31 de julio.
El futuro del presidente de la República, Rodrigo Chaves, al frente del Poder Ejecutivo hasta mayo del 2026, sigue siendo incierto.
El mandatario ha dejado abierta la posibilidad de ser ministro en la próxima administración; sin embargo, también ha afirmado que podría tomar la decisión de renunciar a la Presidencia y postular su nombre para ser diputado en la próxima legislatura.
La jefa de la bancada oficialista, Pilar Cisneros, señaló en nuestro programa Por Tres Razones que esta es una posibilidad y que dependerá del propio presidente si finalmente se decide optar por este camino.
¿Qué dicen los expertos?
En Noticias Columbia conversamos con dos analistas, quienes concuerdan en que Chaves se hará a un lado de su cargo, antes del 1 de agosto de este año, para buscar una curul.
Según el experto en análisis de datos, Mario Quirós, el presidente podría buscar darle acompañamiento a la candidatura del oficialismo para las elecciones del próximo año.
«Viendo los números, lo más audaz y el mejor escenario numérico para el oficialismo es que el presidente renuncie y tenga micrófono para ser candidato. Digamos, esa es la mejor forma de garantizar esa transferencia de capital político y tratar de replicar un poquito lo que hizo doña Pilar (Cisneros) con él en la elección anterior, solo que en estos momentos serían él y doña Pilar con esa nueva candidatura oficialista», aseguró Quirós.
En la misma línea se refirió el analista y experto en Comunicación Política, Ignacio Azurdia, quien afirmó que Chaves estaría buscando arrastrar su popularidad, la cual ronda el 50% y 55%, según estudios del CIEP, para el candidato que postule el partido oficialista.
«Una renuncia de don Rodrigo Chaves, además de las consideraciones de todo el ambiente judicial que hay y los tiempos a ver si los tiempos judiciales le darían para ciertas acusaciones, le permitiría a don Rodrigo Chaves mantenerse en campaña. Entonces, le permitiría no solo generar un efecto arrastre de sus seguidores para ver si logran conseguir esa cantidad de diputados que quieren, que ya veremos, sino también para ponerse al lado literalmente de su candidatura presidencial, su sucesor y decir, «Vótenos a los dos, porque al final yo voy a seguir gobernando. Sí, en la Asamblea Legislativa, pero básicamente votar por mí, por mi candidato o candidata es lo mismo al fin y al cabo». Eso es», detalló el politólogo.
Pese a que considera que el presidente sí renunciará, Azurdia afirma que esto podría no ser necesario según el apoyo que vaya ganando el aspirante del oficialismo en los próximos meses, el cual aún se desconoce.
«El reto que tiene el el oficialismo, porque no todo es color de rosa para el oficialismo, es ese traslado, esa transición del poder. Entonces, ahí habría que preguntarse si al final don Rodrigo Chaves va a decidir renunciar para ser candidato a diputado o no. Yo creo que eso dependerá precisamente de cómo se vaya evolucionando ese apoyo y los rivales que tenga en frente, es decir, si él necesitará renunciar a la diputación para generar ese afecto arrastre y jalar esos apoyos personalistas, o bien, si le convendrá mantenerse en terminar su mandato porque no necesita precisamente renunciar porque ya el apoyo lo tiene bastante consolidado para su posible candidato o candidata sucesora», añadió Azurdia.
Finalmente, Quirós mencionó que el candidato que busque suceder a Chaves en el Poder Ejecutivo, por parte del oficialismo, tiene que tener su propio estilo.
Según el experto en datos, no estaría bien visto por parte de los electores que exista una imitación forzada a la manera en la cual habla o se relaciona el presidente.
«El oficialismo tiene que proyectar continuidad sin depender de la idea de que el sucesor es solo una extensión del presidente. Más que parecerse a él, el candidato o candidata debe convencer de que puede continuar su legado con credibilidad propia. No puede buscar ser un clon de don Rodrigo porque no lo hay, su estilo y liderazgo es único, es muy difícil de replicar sin caer en una imitación forzada. Segundo, porque el electorado podría no responder igual a alguien que trate de copiar su discurso y forma de hacer política sin la misma autenticidad», indicó Quirós.