El músico y director de la Filarmónica Nacional conversó en nuestro programa Por Tres Razones sobre las celebraciones por los 20 años de la orquesta y brindó consejos para nuevos músicos.
Más de cuarenta años en la Orquesta Sinfónica Nacional y dos décadas de ser director de la Orquesta Filarmónica de Costa Rica. Ese es apenas parte del recorrido en la música con el que cuenta el músico Marvin Araya.
El artista conversó con Noticias Columbia en los micrófonos de nuestro programa Por Tres Razones, en el cual explicó la razón de ser de su emprendimiento, la reconocida Filarmónica, la cual celebra veinte años este 2023.
Según Araya, en dicha orquesta quieren que todas las personas puedan disfrutar de su música, independientemente de sus respectivos gustos.
“La función de la Orquesta Filarmónica es unir dos mundos: los músicos clásicos como yo y los que tocan en la orquesta haciendo música popular y haciendo que la música llegue a todos por igual. De manera que si a alguien le encanta Color Esperanza, yo la toco y en otro concierto hago rancheras, en otro Iron Maiden, Pink Floyd, Beatles, Juan Gabriel, Luis Miguel y en otro música de cine. Hay para todos los gustos. La persona que se siente fascinada oyendo Color Esperanza va a y se sienta cómodamente en el teatro, sin la lluvia, sin licuadoras sonando como en los bares. Hace que los artistas se tengan que preparar más porque no hay distractores de gente pasando con cervezas o comida en medio de un bar donde están presentándose”, explicó Araya.
El compositor también respondió a una consulta recurrente sobre la diferencia entre una sinfónica y una filarmónica.
“Los gobiernos, cuando fundan las ciudades, quieren darle música o llevar cultura mediante la música al pueblo. Entonces, forman las orquestas sinfónicas nacionales. ¿Por qué utilizan la palabra ‘sinfónica’? Porque es como el hijo mayor, es como la palabra por excelencia con la que se denomina a una agrupación de músicos de instrumentos clásicos. Por eso es que el 90% o la mayoría de orquestas sinfónicas nacionales se llaman así ‘Orquesta Sinfónica Nacional de’ Costa Rica, Caracas, México, Washington, etc. Cuando en la ciudad aparece otra orquesta, utilizan el nombre como del hermano menor, que es ‘filarmónica'”, detalló el músico.
Araya también aprovechó para enviar un mensaje a todas aquellas personas que quieren dedicarse a la música. Uno de sus principales consejos es que honren esta profesión.
“¿Qué necesita? Innovar, reinventarse. Si está haciendo lo que todos hacen, no va a llegar a ningún lado, pero si trata de encontrar un camino en el que puede innovar y hacer algo diferente puede tener mucho futuro. De hecho, Bad Bunny, que no es uno de mis cantantes favoritos, solo me gustan tres o cuatro canciones de él, lo admiro muchísimo porque logró llegar a mercados donde ningún latinoamericano había llegado. Andaba en Marruecos y ahí escuchan a Bad Bunny. En discotecas de El Cairo escuché a Bad Bunny, no saben lo que dice, ni yo tampoco, pero lo escuchan. Es famosísimo en España, en Italia y hasta en Venecia lo escuchan. El tipo tiene que haber hecho algo con su género urbano. No hay que llegar a ser Bad Bunny, pero podemos hacer cosas así, ese es el consejo que les doy”, recomendó Araya.
Finalmente, el director de la Filarmónica se refirió a uno de los próximos conciertos de la orquesta, el cual será un homenaje al músico Frank Sinatra, cuyas entradas se pueden encontrar en el sitio web eticket.cr.
“Viene un cantante chileno, Mario Kramarenco. Es un cantante especializado en la música de Frank Sinatra. No es un imitador, es un talento natural. Él tiene la voz como Frank Sinatra, por lo que desde niño se dedicó a cantar. Canta como Frank Sinatra, pero no es porque se lo proponga, no es una forma vulgar o burda de decir que imita. Dedicó su vida entera a perfeccionar el estilo porque le encanta la voz de Frank Sinatra. El poder cantar como Frank Sinatra es un privilegio y un honor. Lo vamos a tener con nosotros el 2 y 3 de setiembre en el Teatro Melico Salazar, haciendo el concierto de tributo a Frank Sinatra”, invitó el músico.
