Luego de un año convulso entre el Ejecutivo, Legislativo y Judicial el nuevo año presenta la posibilidad de un reencuentro o una separación total, previo a las elecciones del 2026.
¿Cuáles son los principales retos que enfrentará Costa Rica en este 2025 en el campo político? En Noticias Columbia conversamos con profesionales del área sobre cuáles consideran que deben ser los objetivos en este nuevo año.
El 2024 fue marcado por una constante lucha entre Poderes, especialmente por las críticas y cuestionamientos del Ejecutivo hacia el Legislativo y el Judicial.
Para la politóloga Vanessa Calvo, disminuir esta tensión y llegar a acuerdos será el principal reto para el 2025.
«Superar la lucha entre los tres Poderes de la República es algo importante, ya que la retórica confrontativa de todos los actores políticos es contraria al interés mayor que somos todos los costarricenses. Asimismo, no debilitar la institucionalidad democrática existente; en este sentido, el mayor ejemplo de debilitamiento institucional en la situación actual de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y demostrar, por parte del Poder Ejecutivo y Legislativo, que los objetivos planteados por ellos están avanzando y cumpliéndose más allá y en favor del interés general, y no derivan de la lucha de poder por el poder mismo», expresó.
Para la también politóloga Valeria Vargas la mayor responsabilidad recaerá sobre los diputados de la República y los proyectos por los cuales lucharán durante el nuevo año.
«El principal reto que enfrenta Costa Rica en este 2025 en materia política considero que es que nuestras y nuestros legisladores no permitan que la agenda legislativa se llene de proyectos ‘chayote’, proyectos de relleno, es decir, el último año, el año de salida, todos los proyectos que son un poco accesorios, que no tienen que ver de fondo con los temas país que son tan importantes; esto es usual en el año preelectoral. Es importante una discusión país y que nos pongamos de acuerdo en grandes temas como seguridad y narcotráfico y educación», afirmó.
Calvo augura un panorama complicado para el 2025, con los vientos electorales soplando en el Ejecutivo y el Legislativo.
«A menos que se supere el poder sin sentido de todos los actores políticos, cosa que parece ser difícil, la agenda económica política y social estará permeada de un objetivo de obtención de votos para las elecciones presidenciales. Hasta ahora, la agenda legislativa que incluye no solo aprobar leyes, sino también el control político, ha sido una agenda reactiva a la conducta del Poder Ejecutivo y si se toma como un elemento general que en la reacción no hay acción propia se puede concluir que la agenda legislativa ha estado vacía y sin dirección», opinó.
Vargas coincidió en que los temas electorales han acaparado la agenda nacional y podría aumentarse durante el nuevo año.
«Ya estamos viendo una influencia amplia de temas electorales sobre la conformación de la agenda político nacional y esto tiene efectos claros sobre el electorado, porque las personas pueden llegar a desgastarse mentalmente, tener un nivel de tolerancia ya saturado completamente sobre campañas político electorales anticipadas y vamos a tener una exacerbación de sentimientos de estrés, ansiedad, preocupación, todo lo que nos dicen las personas en los estudios de opinión política del CIEP», recordó.