Curva de aprendizaje y falta de quórum integral para toma de decisiones son los principales retos de la Junta Directiva de la CCSS.
En un lapso de 10 días, entre el 24 de junio y el 3 de julio, la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) perdió a tres de sus miembros.
El primero de ellos fue José Luis Loría, quien representaba al sector cooperativista y renunció el pasado lunes por motivos personales.
Solo un día después, el Consejo de Gobierno destituyó a la representante de las asociaciones solidaristas, Maritza Jiménez, por aparentemente haber afectado las finanzas de la Caja mediante la aprobación de un aumento de 7.500 colones para los empleados de la institución.
El último fue Jorge Luis Araya, de UCCAEP, quien renunció este miércoles al vencerse el plazo transitorio por el cual fue nombrado.
Ante este panorama, la Caja quedó únicamente con seis directivos, lo cual imposibilita que haya un quórum integral.
La representante del sindicalismo, Martha Rodríguez, pidió que haya un esfuerzo por parte de los sectores para nombrar a sus directivos y poder sacar adelante los distintos temas que tienen pendientes.
«Es complejo porque no es una sola persona. En toda la historia de la Caja, desde los años de toda mi vida, nunca ha pasado lo que está ocurriendo. Ha habido algún cambio, pero no ha sido como en esta ocasión que, en prácticamente una semana, se perdieron tres personas y eso sí tiene un impacto, no solo sobre lo que es la curva de aprendizaje y lo que es la experiencia en la toma de decisiones y el conocer una serie de aspectos que tienen que ver con la responsabilidad social del director, sino que además no se pueden tomar decisiones que son estratégicas», señaló la líder sindical.
Rodríguez agregó que existe una curva de aprendizaje que también hay que considerar al momento en el que ingresa un nuevo directivo a la Caja.
«Yo creo que hasta la presidenta ejecutiva. que tiene tantos días de estar ahí. no ha logrado todavía superar la curva de aprendizaje. Los directores se forman, hay inducción, se les hacen charlas y todo cuando inician la gestión y eso sí es complicado, a menos que pongan gente que haya tenido experiencia dentro de la institución, que no es lo que ha estado ocurriendo», destacó Rodríguez.
Por su parte, el exrepresentante de UCCAEP en la Junta Directiva de la Caja, Adrián Torrealba, señaló que estas salidas hacen que únicamente puedan decidirse situaciones de emergencia en el seno de la Junta.
Además, agregó que la designación de los nuevos directivos lleva tiempo.
«La designación de los nuevos miembros sí tiene un proceso porque, por ejemplo, el representante de las asociaciones solidaristas tiene que ser nombrado por los órganos correspondientes del solidarismo, lo mismo en el caso de las cooperativas. Tener ya una junta directiva con composición plena va a tardar un tiempo», afirmó el exrepresentante de UCCAEP.
Finalmente, Torrealba lamentó que estas situaciones generan amplios atrasos en la toma de decisiones que debe realizar la institución.
«Mi experiencia en la Junta Directiva de la Caja es que tiene unas agendas tremendamente demandantes, difícilmente de cubrir. Es usual de que a pesar de tener un jueves, por ejemplo, sesiones de 10 horas y aún así no se lograba cubrir toda la agenda. Entonces había que habilitar el lunes o el martes en la noche para tratar de ponerse al día. Hay un flujo de trabajo, de temas, de agenda de la Junta Directiva que es bastante exigida en condiciones normales», añadió Torrealba.