Hay 3.1 médicos y 3.4 enfermeros por cada 1.000 habitantes en el país, mientras que el promedio de los países miembros es de 12.4 profesionales.
Costa Rica es el quinto país con peor proporción de médicos y enfermeros por cada 1.000 habitantes en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Según datos de esta entidad, hay 3.1 doctores y 3.4 enfermeros por cada 1.000 personas, mientras que el promedio de los países miembros es de unos 12.4 profesionales entre ambas disciplinas.
Sin embargo, dentro de los países latinoamericanos que son parte de la OCDE, Costa Rica los supera a todos.
Para el presidente del Sindicato de Médicos Especialistas, el doctor Mario Quesada, el promedio del país es positivo.
“Llevamos ocho décadas de inversión en salud y educación, no malgastamos nuestros recursos en ejércitos ni en guerras. Por lo tanto, podemos sentar cátedra en este nivel, no solo a nivel del istmo centroamericano, sino en América Latina y el continente en general. Costa Rica cuenta con 3.1 médicos por cada 1.000 habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera un buen número 2.3. Esto nos hace bastante competitivos, no solamente en la región, sino cuando nos comparan con países grandes como los de la OCDE”, aseguró el doctor.
Según Quesada, es importante considerar que el país también ha sufrido de una fuga de profesionales que han migrado a varios de los países que hoy nos superan en número de profesionales por cada 1.000 habitantes.
“No solamente nos hemos dado el lujo de formar suficientes médicos para el país en cantidad, cualidad y calidad, sino que también, a pesar de que mucho de este talento se nos está yendo fuera del país por mejores condiciones laborales y sociales, han migrado a muchos de estos países que vemos superado por número. Así las cosas, sí vemos que Costa Rica lidera en Latinoamérica y en muchos países de la OCDE en cantidad de médicos”, señaló Quesada.
Finalmente, el presidente de SINAME aseguró que sí existen desafíos para cubrir plazas de profesionales en salud, específicamente en algunas disciplinas.
“Tenemos, claramente, una situación de distribución que hay que ser muy analíticos. Ha sido una de nuestras grandes denuncias. Distribución y ahora retención, asociado a que valdría la pena valorar los modelos de salud de los países que están en la escala, por encima de la nuestra en cantidad de profesionales, qué tanto ha funcionado para ellos el incremento en otro tipo de profesionales en salud, que sí estamos un tanto rezagados, como enfermeros, microbiólogos, odontólogos u otros personales en salud que sí evidenciamos una importante brecha, no así en la formación médica”, explicó Quesada.
