Obispo de la Diócesis de Tilarán – Liberia envió mensaje a los gobernantes que oprimen a los pueblos y le pidió a La Negrita un ‘milagro’ para Nicaragua, en medio de su dura realidad social y política. Religioso llegó acompañado de grupo de monjas que, semanas atrás, habían llegado a Costa Rica, luego de ser expulsadas por Daniel Ortega.
Ya es común que el obispo de la Diócesis de Tilarán – Liberia, Monseñor Manuel Eugenio Salazar, brinde mensajes vehementes en sus homilías, y durante su visita a la Basílica de los Ángeles no fue la excepción.
Llegó acompañado de los fieles guanacastecos y del grupo de religiosas que semanas atrás habían llegado al país tras ser expulsadas de Nicaragua.
El obispo aprovechó para hablar sobre la difícil situación que se vive en el país vecino, con el cual colinda su territorio diocesano.
Pidió a la Virgen de los Ángeles un milagro, “porque Nicaragua es un país profundamente mariano”.
Dignidad de la persona. También habló sobre la dignidad de la persona, dijo que esta debe estar antes del capital, de la ideología y su vida es intocable e inviolable, mencionó el obispo.
“Lo que se le haga de malo a un ser humano se le hace a Dios, y te la tienes que ver con Dios, cara a cara”, apuntó.
Agregó que muchos de los males sufridos en Centroamérica son culpa del capitalismo salvaje.
Gobernantes. A los gobernantes que oprimen a los pueblos les dio un mensaje: “recuerden, los dinosaurios también llegaron a desaparecer“, y pidió confianza diciendo que todo pasa, nada es para siempre en esta vida.
A lo largo de la última semana las diferentes diócesis del país llegaron en peregrinación hasta la Basílica de Los Ángeles en Cartago, donde cada obispo recordó la figura de María y su ejemplo de servicio; pero también, la mayoría aprovechó para hacer un llamado a ser y hacer un cambio en la sociedad actual, incluyendo a quienes toman decisiones a nivel país.
(Foto: Facebook Basílica Nuestra Señora de los Ángeles)
