El New England Revolution de EEUU enfrentará al América de México en los cuartos de final de la “Conca-Champions”, luego de eliminar sin objeciones al Alajuelense. El reto para los manudos parecía misión imposible, y lo fue, tras apenas empatar 1-1 en la llamada “Catedral” después de la derrota aplastante de la ida, un 4-0 filoso en Gillete Stadium que le cortó la cabeza al DT Andrés Carevic. En su lugar arribó Alexandre Guimaraes, a quien se le reconoce su trayectoria como entrenador, pero ningún milagro ni dominio de la magia.
Al 3′ el Morera Soto se cimbró con un estallido de esperanza; Carlos Mora pescó un rebote de Henrich Ravas tras media vuelta de Celso Borges y anidó tanto la bola dentro del arco como la ilusión en el corazón de cada manudo. Pero sería solo eso, un estallido de esperanza que se esfumaría poco a poco, hasta desvanecerse al 80′ con la lápida que cementó Giacomo Vriani.
New England Revolution trató de resistir los embates subsiguientes, soportar la metralla a la espera de un bajón tanto futbolístico como emocional del equipo local, obligado a marcar al menos tres goles más para mandar a la prórroga.
Entre Ravas y el vertical izquierdo le quitaron un gol cantado a Johan Venegas y el portero alemán bloqueó balazo cruzado de Mora, para citar las dos más claras de Alajuelense para aumentar el parcial y acortar el global.
Del otro lado, dos también. La primera fue un pelotazo que encendió las turbinas de Ryan Spaulding. El lateral izquierdo aceleró a fondo y por una centésima no llegó antes que la barrida de Leonel Moreira, escalofriante, pero efectiva.
“Osito” salvó a la Liga al 45′, cuando voló al ángulo para aruñar un misil del argentino Tomás Chancalay. Alajuelense tenía la pelota, pero le costaba verticalizar, enredándose en el bosque de piernas que plantó Caleb Porter.
Moreira tuvo que emplearse a fondo para repeler un venenoso dardo de Spaulding, quien aparentaba centrar y terminó buscando el arco. Con menos posesión y un planteamiento defensivo, el NER manifestaba peligro latente.
Poco a poco, la Liga de Alexandre Guimaraes fue desesperándose, el segundo gol no caía y no se veía por donde, así de bien blindada se veía la ventaja del equipo rival.
Y en esa desesperación dejó espacios y el New England Revolutión liquidó la cosa al 80′.
El albanés Giacomo Vrioni gambeteó a Manjrekar James y entre el canadiense y Alexis Gamboa soltó un cohete que dobló los deditos de Moreira, reventó en el horizontal, picó adentro y desmaterializó las esperanzas rojinegras: 1-1 parcial (1-5 global).
Y fue todo. La “Guima-Liga” no pudo hacer el milagro ni llevarse los 3 puntos (1-1, global 1-5).
