Daniela Vega, de 34 años, se encuentra en Florida y lanzará su experimento al espacio el próximo martes.
Daniela Vega Gutiérrez es una joven costarricense de 34 años, criada en San Antonio de Coronado, en una familia de cinco hijos.
Ella estudió ingeniería en biotecnología en el Tecnológico de Costa Rica y obtuvo posteriormente una maestría en Biología de Sistemas en Luxemburgo.
Actualmente, vive en dicho país donde pertenece a un equipo de científicos que llevará células humanas al espacio, como parte del proyecto BRAINS, el cual utiliza la inteligencia artificial para la neurociencia en el espacio.
Vega habló con Noticias Columbia y explicó en qué consiste su experimento, el cual será lanzado, desde Florida, el próximo martes 14 de marzo.
“La misión consiste en enviar nuestro experimento a la Estación Espacial Internacional. Nuestro experimento se trata de hacer crecer organoides de cerebro en condiciones de microgravedad por un periodo de 20 días. Para hacer esto, nuestro equipo diseñó parcialmente un dispositivo que lo que hace es mantener las condiciones ideales para que los organoides crezcan. Por ejemplo, mantener la temperatura y darles nutrientes. Los organoides son, básicamente, modelos celulares en tercera dimensión que buscan imitar un órgano, en este caso, el cerebro. Cuando estos modelos regresen a la Tierra, nosotros los vamos a analizar por microscopía y vamos a ver si la microgravedad tuvo un efecto en su estructura o composición celular”, explicó Vega.
La ingeniera explicó que su hipótesis es que estos organoides, bajo microgravedad, crecerán a un mayor tamaño y los asemejará más a un cerebro humano.
Además, contó que hubo un concurso previo para que su equipo fuera seleccionado como parte de esta misión, lo cual les llevó mucho tiempo de preparación.
“Para ser parte de la misión, nosotros formamos un equipo de estudiantes y tuvimos que participar en una competencia. Esta se trató de presentar nuestra idea y que tenía que ser adaptada para poder lograr un experimento que se pudiera llevar a cabo en la Estación Espacial Internacional por un periodo máximo de 30 días. En la competencia se seleccionó un equipo de Luxemburgo y tres de Alemania. Al ser seleccionados, nos premiaron con la oportunidad de llevar el experimento mediante la misión de SpaceX27 y además nos dieron 20.000 euros (unos 11.500.000 colones) para poder ejecutar el proyecto”, contó la ingeniera.
Vega contó que dichosamente no experimentó situaciones de machismo en la universidad, pese a estudiar una carrera donde las mujeres aún están en minoría.
“Por dicha nunca tocó enfrentar machismo en el trabajo o la universidad. Lo que sí sigue pasando es que hay mucha disparidad, sobre todo en las posiciones de liderazgo. Estas sí siguen siendo ejecutadas principalmente por hombres. A nivel de la universidad, la mayoría de los investigadores principales, directores, supervisores y demás, siguen siendo hombres. Esto es algo que realmente tiene que cambiar”, manifestó Vega.
La científica destacó el apoyo de su madre, quien fue jefa de hogar y fue quien sacó adelante a su familia. Además, resaltó que su esposo y su hija han sido importantes en su actual carrera profesional.
Finalmente, Vega hizo un llamado a que más mujeres se involucren en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
“Volver a estudiar después de tantos años de trabajar no fue sencillo. Con el apoyo de mi esposo y mi hija pude hacerlo. Para mí fue particularmente importante poder demostrarle a ella que no importa qué tan loco fuera su sueño, ella puede lograrlo. Espero que compartir mi experiencia se convierta en una invitación para que más mujeres y niñas se involucren en carreras STEM, especialmente en ciencia y tecnología, pero realmente en lo que ellas quieran y más les guste”, agregó la científica.
