La presidenta ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Gloriana López, aseguró que no va a renunciar a su cargo a pesar de los cuestionamientos por el caso de la bebé desaparecida y su madre adolescente de 13 años.
López dijo que “la historia de mi vida no se caracteriza porque yo me arrugue, yo sigo adelante y yo enfrento los retos, el PANI es un reto enorme, yo lo acepté y lo voy a seguir aceptando y enfrentando”.
En la comparecencia en la Comisión de la Mujer, la jerarca no dio mayores detalles sobre la atención específica al caso de la menor, lo que causó molestia en algunos diputados.
“Hay un proceso abierto que está dando atención, yo conformé un órgano disciplinario y está en investigación”, señaló la jerarca quien agregó que a ella le tocará tomar decisiones sobre las responsabilidades y por lo tanto no puede adelantar criterio.
Infancia difícil la llevó a querer ayudar a la niñez
La ministra contó que ella en su niñez vivió una situación difícil donde su madre quien sufría de alcoholismo: “mi mamá murió y la encontré muerta en el piso”.
A partir de ahí decidió que quería trabajar con niños y aseguró que trabajó mucho para llegar a la cabeza del PANI y dar una mejor atención en el servicio.
“Hoy necesito ser fuerte y firme… me duele como no se imaginan, me duele como a todos los costarricenses, siento este dolor en el alma, tengo una semana de no dormir… pero tengo que ser más fuerte que eso”, reiteró la jerarca al afirmar de nuevo que no dejaría la cartera.
