Situación obedece a mala gestión del gobierno corporativo de la entidad financiera, según aseguraron autoridades de Conassif y Sugef.
El Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) decidió este martes 13 de agosto, siguiendo una recomendación de la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF), intervenir la Financiera Desyfin S.A.
Un estudio emitido por SUGEF encontró actuaciones contrarias a las disposiciones regulatorias que establece la entidad.
Durante la conferencia en la que se anunció la intervención, se indicó que existen unos 4.200 acreedores que se podrían ver afectados. Además, señalaron que, en caso de declararse inviable, cerca del 75% de las personas tienen 6 millones de colones o menos, por lo que recuperarían la totalidad de los fondos.
La interventora de este proceso será Marianne Kött Salas, quien fue elegida por su idoneidad y experiencia.
La presidenta del Conassif, Laura Suárez, lamentó la determinación que tomaron, pero aseguró que, dadas las condiciones, era necesario.
«La intervención se da por un plazo de 30 días naturales, de acuerdo a lo que establece la normativa. Para el consejo, esa decisión es lamentable, pero totalmente ineludible, dado el mandato de preservar la estabilidad y confianza en el sistema financiero. La situación particular de la Financiera Desyfin se origina en una gestión irregular y riesgosa que efectuaron los órganos de dirección y alta gerencia de la administración financiera. Esto permitió una débil gestión crediticia, ocultamiento de información financiera», explicó la jerarca del Conassif.
Además, Suárez describió los problemas encontrados en el estudio de Sugef, los cuales motivaron a que Conassif decidiera iniciar con el proceso de intervención.
«Incumplimiento de las normas de suficiencia patrimonial, al ubicarse por debajo del mínimo prudencial del 8% a causa de la disminución en el capital base de la entidad cuando se hace necesario ajustar la clasificación de riesgo de los deudores. Reducción de más del 50% del patrimonio, dadas las pérdidas de la entidad como consecuencia del déficit en las estimaciones requeridas en su cartera crediticia y una administración que pone en riesgo la seguridad y solvencia de la entidad, ya que presenta una débil gestión crediticia, inconsistencias en la información suministrada, una limitada labor de auditoría y obstaculización de las labores de supervisión», agregó Suárez.
Por su parte, la jerarca de la SUGEF, Rocío Aguilar, se refirió a las semejanzas y diferencias entre este proceso de intervención y el vivido recientemente en Coopeservidores.
Según la superintendente, es importante tomar en cuenta el tamaño de ambas entidades y las personas afectadas.
«A diferencia de más de 160.000 ahorrantes que hablábamos en la cooperativa, esta es una financiera que tiene aproximadamente 4.000, llamemos captados directamente por la financiera excluyendo la parte que es de bolsa. Por supuesto que todos los acreedores de la financiera tienen el derecho a los 6 millones de colones como un monto que lo cubre la garantía de depósito. De esos ahorrantes, que los 6 millones satisfacen el 100% es aproximadamente el 75% de los clientes, cifras con corte al 30 de junio, habría que ver si hay cambios. Aquel 97% (Coopeservidores), para hacer la analogía, en este caso es del 75%. Respecto a tamaños relativos, esta financiera es del orden de 196.000 millones de activos, versus casi 700.000 millones que teníamos en el otro caso», mencionó la superintendente.
Finalmente, Aguilar señaló que ambas situaciones de intervenciones recientes no constituyen una crisis en el sector financiero, sino más bien debilidades puntuales en el gobierno corporativo de ambas entidades.
«Una cosa que sí podemos afirmar es que no estamos ante una situación de carácter sistémico. Entiéndase por sistémico una situación que se genere a través de elementos externos, macroeconómicos o de salud, como en la época de Covid, que incluso no se convirtió en sistémico por las decisiones que se tomó a nivel de país y en particular de Conassif y del mismo Banco Central, a través de operaciones que realizó con las propias entidades. Lo segundo es que en el sector financiero siempre hay interconexiones. Las entidades tienen clientes, comparten clientes, comparten deudores y acreedores, pero en estos dos casos en particular lo que estamos es, básicamente, en situaciones que obedecen, fundamentalmente, a la mala calidad del gobierno corporativo en estas entidades», añadió Aguilar.