Según expertos, uso de la tecnología podría beneficiar a nuestro país, especialmente en las zonas más propensas a deslizamientos y caída de materiales sobre la calle.
Durante los meses de más lluvias en el país la afectación sobre las carreteras es mayor. En dicha época es común encontrar calles cerradas debido a derrumbes, taludes o caída de material.
Según el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el 77.9% de la población y el 80.1% del PIB se encuentran en áreas de alto riesgo para desastres relacionados con fenómenos naturales y al cambio climático.
Una de las posibles soluciones que recomiendan los expertos es el uso del Internet de las Cosas, a través de sistemas de monitoreo.
El director de Ventas para Latinoamérica de Worldsensing, Fernando Pérez, explicó que una de las vías es mediante el uso de tecnología preventiva.
«Un modelo que es el modelo estático o de lecturas periódicas muy enfocado al tema de la prevención y de actuar antes de que ocurra algo, en el que usted va a campo, hay unos sensores de instalados en campo y lo que hacemos es conectarnos a ellos, de tal manera que le decimos que quieres tomar unas lecturas cada 30 minutos, cada hora, cada dos horas, cada 24 horas, y el automáticamente toma esas lecturas para el tiempo que usted le dice», explicó.
El experto agregó que estas lecturas pueden ser accedidas en la computadora o en el celular desde cualquier parte y permite realizar estudios preventivos de la infraestructura para evitar posibles colapsos en el corto medio y largo plazo. Además, sirven para establecer una serie de modelos de prevención y problemas de mantenimiento para evitar que un talud o una zona que se puede derrumbar se derrumbe mediante estos protocolos de prevención.
El Internet de las Cosas, aplicado a la vigilancia en carretera, también permite atender con mayor celeridad las posibles afectaciones en la vía, según dijo Pérez.
«Hay casos en la vía en los que se necesita más un modelo dinámico o reactivo, es decir, en el que la estructura ya está muy comprometida y lo que se necesita es más un monitoreo más reactivo, que avise cuando algo ya se está cayendo. Ya no es una lectura que tomas cada cierto tiempo, sino que está tomando continuamente lecturas y lo que se hace es colocar una serie de límites que el usuario configura en bases sus necesidades», detalló.
En el momento en que esos límites se superan, el sistema envía una alerta en tiempo real a la persona que está controlando para tomar decisiones.
«Por ejemplo, si se activan tres sensores quiero que vaya una persona a campo porque todavía el riesgo es bajo; si se activan más de seis quiero enviar un dron porque ya es riesgo medio y puede ocurrir algún tipo de deslizamiento o algún tipo de problema; y si se activan más de 10 quiero que se active una cámara para ver qué está pasando y en el caso de que haya un derrumbe se corte la carretera o la autopista y que ya no puede acceder nadie más», agregó Pérez.
Según datos de Comercio Exterior del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) en 2023, un 40% de las exportaciones se realizaron mediante la aduana de Limón, siendo la Ruta 32 el principal acceso a esta provincia.
Por su parte, autoridades del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), han indicado que cada día que esta vía se cierra, se pierden más de $900.000 por atrasos en el traslado de productos de exportación.