Se trata de la Vigilia Pascual, una celebración en honor a Cristo Resucitado, que se realiza durante esta noche.
Este sábado, los fieles católicos celebrarán su fiesta más importante, con la que se llega a la culminación de la Semana Santa.
Se trata de la Vigilia Pascual, una celebración en honor a Cristo Resucitado, que se realiza durante esta noche (Fotografía: Conferencia Episcopal de Costa Rica).
El secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, presbítero Mario Segura Bonilla, explicó la relevancia de esta fecha.
“La Vigilia Pascual la fiesta de las fiestas porque en ella renovamos nuestro ser católicos. Hay una renovación de nuestra fe y por ello empieza con la bendición del fuego, recordamos la luz de Cristo que se nos da para que salgamos de toda oscuridad, del agua que es el signo de nuestro bautismo, donde somos renovados de aquel hombre viejo en un hombre nuevo para poder realizar esa vida en Dios”, explicó.
En la Vigilia pascual, la Iglesia católica celebra una liturgia muy especial, y lo hace con la máxima solemnidad. Los presbíteros y diáconos están revestidos de ornamentos blancos, señal de alegría por la resurrección de Cristo.
“El Sábado Santo y Domingo de Pascua ya volvemos al color blanco que siempre es un color de alegría, de fiesta, de victoria y es lo que también nos transmite. Durante la Cuaresma no usamos flores, no se usa sino el color morado que nos llama a la penitencia, a la conversión, y por ello el el blanco y volver a ver las flores y que se vuelven a tocar las campanas, se vuelve a cantar el Aleluya, el Gloria nos da todo el signo de fiesta”, indicó.
La celebración empieza con el templo completamente a oscuras, encendiéndose y bendiciéndose un fuego en el atrio, en un lugar fuera del templo.
De ese fuego se enciende el Cirio Pascual, que simboliza a Cristo Resucitado. Después de la procesión, el fuego se reparte entre las velas de los fieles.
Durante la liturgia de la palabra se proclaman siete lecturas del Antiguo Testamento, una del nuevo, ocho salmos y el evangelio.
Posteriormente se da la liturgia bautismal, hecho de mucho significado según el padre Segura.
“Siempre se hacen bautizos, especialmente de adultos o también en algunas ocasiones de niños. El bautizo sintetiza lo que nosotros estamos haciendo con nuestra vida de fe, lo que estamos celebrando: ser personas nuevas y salvadas por el Señor, salvadas por la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, donde la muerte y el pecado no son los que vencen, sino el bien y la vida verdadera”, afirmó.
El Domingo de Resurrección también se celebra la eucaristía aunque sin estos ritos.
