La ex viceministra del MEP, Rocío Solís, alegó falta de voluntad política para la implementación de estos contenidos en las escuelas y colegios del país.
Los estudiantes del sistema educativo público no reciben, durante la escuela o el colegio, contenidos temáticos relacionados con la educación financiera.
Esta situación, señalada por la ex viceministra del Ministerio de Educación Pública (MEP), Rocío Solís, genera una serie de afectaciones entre los jóvenes en materia de conocimiento económico.
Según Solís, ha faltado voluntad político para implementar la educación financiera entre los cursos ofertados por el MEP.
«Esta parte de lo que son los cuidados, acerca de lo que es la inversión, lo que son los endeudamientos con las compras y demás, esto a los niños y los jóvenes no se les enseña dentro del sistema educativo. Siempre se ha hablado de la importancia de lo que es la educación financiera, han habido algunos intentos de algunas instancias, fuera del ministerio, de poder dar algunas clases, algunos cursos con respecto a lo que es la educación financiera, pero no ha habido la voluntad política, eso es lo que yo considero, para que esto se dé», indicó Solís.
Por su parte, el asesor financiero, Esteban Bogantes, alertó que los jóvenes están llegando a su vida adulta sin conocer conceptos básicos de educación sobre el manejo de sus finanzas.
Por este motivo, señaló que es fundamental que esta situación se corrija.
«La educación financiera en Costa Rica y en Latinoamérica, podríamos decir, es un elemento que ha estado escaso desde nuestra formación como niños en las escuelas y en los adolescentes en la parte colegial. Es algo que no se ve puntualmente en el sistema educativo, que tampoco se habla de forma muy abierta en los hogares y que llegamos a la vida adulta desconociendo los elementos más básicos de esta materia tan importante. Costa Rica necesita hacer grandes esfuerzos para que esto se elimine y que la educación financiera empiece a llegar a las personas desde edades más tempranas para que, finalmente, puedan tener mejor criterio a la hora de tomar decisiones financieras y poder hacer un mejor manejo de su dinero», explicó Bogantes.
Además, el experto se refirió al momento ideal para que estos contenidos se brinden a los estudiantes.
Según Bogantes, elementos como el ahorro, las inversiones y el manejo de la deuda, son fundamentales para el conocimiento de los jóvenes.
«La educación financiera debería empezar desde edades muy tempranas. Desde edades escolares es importante que los niños y niñas empiecen a familiarizarse con conceptos como el ahorro, la inversión, la deuda, el manejo de efectivo, el manejo de pagos digitales y poder asumir como propios estos conceptos, para que cuando llegue la edad la edad adulta y tengan que hacer uso de ellos en la práctica, no se sientan ajenos a este tipo de instrumentos. Evidentemente, entre más avanzamos en la vida estamos ocupando mayores recursos financieros, pero conocer los conceptos básicos desde nuestra infancia y juventud va a ayudar a que en nuestra etapa adulta podamos familiarizarnos con ellos de manera más natural», añadió el asesor financiero.
En un esfuerzo por brindar educación en esta materia, la Oficina del Consumidor Financiero (OCF) lanzó un libro digital gratuito llamado “Inversiones: guía básica para la toma responsable de decisiones”.
Este material, basado específicamente en el tema de la inversión, es accesible a través de su propio sitio web: www.ocf.fi.cr.
El director general de la organización, Danilo Montero, se refirió a la importancia de que los consumidores conozcan sobre inversiones.
«Los consumidores no son solo de deuda, de pensiones o seguros, también con el ahorro hacen inversiones en una variedad muy amplia de instrumentos, depósitos a plazo, acciones, bonos en mercados locales, mercados internacionales, en moneda local, moneda extranjera. Hay una gran variedad de temas respecto a los cuales el consumidor conviene que esté lo mejor informado, que conozca y entienda los principales conceptos asociados a esos productos para que logre identificar el producto que mejor se adecúe a sus necesidades, pero principalmente los riesgos que algunos instrumentos pueden suponer y que son indispensables de considerar para estar seguros de que hemos encontrado el producto que se adecúe a lo que ocupamos», afirmó el director de la OCF.