La final de la segunda ronda que arrancará este miércoles en el Morera Soto enfrentará a dos buenos amigos, compañeros de club en su momento, ambos en el Deportivo Saprissa, pero sobre todo con números positivos en postemporadas.
Por: Luis Quirós/Satélite Deportivo
En la acera de Liga Deportiva Alajuelense, Alexandre Borges Guimaraes regresó a series de postemporada con el pie derecho, ya que eliminó al Club Sport Herediano.
Pero resulta que el actual dueño del banquillo rojinegro maneja ocho triunfos y cinco derrotas en series de ida y vuelta en el Campeonato Nacional.
“Estaría muy triste si tuviera que ver la final por televisión”, dijo sonriente al confesarse “contento” por disputar nuevamente instancias decisivas.
Alexandre arrancó este camino con Belén en los cuartos de final del la temporada 1995-1996, cayendo frente a la Liga Deportiva Alajuelense.
En la campaña 1996-1997 volvió a caer, pero esta vez con el Club Sport Herediano frente a la Liga.
Pero todo cambió radicalmente en el torneo de 1997-1998, porque al mando del Deportivo Saprissa ganó casi todo, levantando el cetro como el monarca nacional.
En el Apertura 97, Guima derrotó en cuartos a Santa Bárbara, venció en la sefiminal al Herediano, para caer en la final de ese certámen contra Alajuelense.
En el Clausura del 98, Borges Guimaraes, sacó en cuartos a la Asociación Deportiva Ramonense, volvió a eliminar en semifinales al
Club Sport Herediano, derrotó al Club Sport Cartaginés en la final del Clausura, para finalmente salir como Campeón Nacional ante la Liga Deportiva Alajuelense, en la final nacional.
O sea ganó durante esa temporada, triunfó en siete series de ida y vuelta.
En el Invierno 2011 con Saprissa, cayó en la semifinal contra Liga Deportiva Alajuelense, y en esa misma ronda, el Santos lo eliminó en el Verano 2012.
Finalmente al volver a suelo nacional, como la primer cabeza del banquillo alajuelense, logra ganarle la semifinal al Club Sport Herediano.
Alexandre Borges Guimaraes, de 13 rondas disputadas en todas las instancias, levantó los brazos como el vencedor en ocho de cinco.
