Las denuncias de personas que son seguidas por otras, acechadas en sus propias casas y amenazadas por desconocidos van en aumento.
Se trata del llamado acoso predatorio, que es un tipo de hostigamiento que no está contemplado en la ley de acoso callejero.
En los últimos meses y años se conoció la experiencia de la modelo y presentadora de televisión, Karina Ramos, por un hombre que hasta a México la fue a buscar.
Pero también están las experiencias de personas que no son figuras públicas. Uno de los casos es una joven llamada Jessica González.
“El hecho de no poder salir de mi casa porque el sujeto me está esperando afuera. De que llama a la policía, se lo llevan, lo sueltan y el sujeto vuelve a llegar. El hecho de que si voy a trabajar a algún lugar, tengo que mandar los datos de este sujeto para que el lugar y la seguridad lo sepan y me puedan proteger. El hecho de que estando en mi casa sola, tranquila disfrutando de mi tiempo personal, este sujeto logró esquivar la seguridad de mi condominio y llegar hasta la puerta de mi casa. Forzar la puerta para ingresar a mi domicilio es sumamente peligroso y es una situación que es injusta y que no quiero vivir más,” confiesa la joven.
No solo ocurre con mujeres. El joven Kevin Díaz es otro testimonio del drama que significa tener una vida en estas condiciones.
“Enojo, impotencia porque no podía hacer nada. En lo judicial, me decían que no pueden hacer nada en palabras bonitas y redondeos. También pasó que me me desinflaron las llantas del carro y saber de que yo sé quién es y ya puse la denuncia, pero no puedo hacer nada. Ese tipo de cosas realmente es humillación, impotencia, vergüenza, enojo, frustración, miedo de salir de mi casa,” relata Díaz, además de contar que recibe llamadas de otros países y que la persona sabe donde vive y que carro tiene.
En el partido Liberal Progresista argumentan que este tipo de acoso o hostigamiento es común y, aunque existen denuncias, hay un vacío legal que impide castigar esas prácticas. Así lo comenta el congresista, Jorge Dengo.
“Se encuentra regulado el acoso callejero, el acoso en el lugar de trabajo y el acoso contra menores de edad. Esta es una figura que no se encontraba penada y que hemos visto muchos casos,” afirma el diputado.
El nuevo proyecto se presentó en conjunto y con la asesoría de abogados.
La propuesta incluye penas de 10 a 18 meses de prisión o de 200 a 500 días multa a la persona que cometa este tipo de prácticas. La sanción sería mayor si la víctima es menor de edad o si se encuentra en estado de vulnerabilidad.
La propuesta también incluye protección a la víctima, como sucede en casos de violencia doméstica, con medidas cautelares mientras el proceso judicial continúa.
La diputada del PLP, Kattia Cambronero, informó que cuentan con el apoyo de otras fracciones para el avance de esta iniciativa.
