¿Sabía que su hijo podría ser considerado un estudiante con ‘alta dotación’ y tener un ritmo de aprendizaje distinto? MEP explicó que existe un protocolo para identificar a este tipo de niños y trabajarlos, aunque padres y maestros son muy importantes para que empiece el proceso y se pueda potenciar su capacidad.
Los estudiantes con alta dotación (conocidos popularmente como ‘súperdotados’) son aquellos que poseen habilidades que destacan sobre el resto de los estudiantes. Por ejemplo, aprenden a leer y a contar desde edades tempranas o tienen afinidad con materias superiores a lo que se espera de su edad.
Estos estudiantes destacan por tener un ritmo de aprendizaje acelerado, pasión por temas particulares, actitud indagadora. Así mismo, tienen alta capacidad de análisis, son emocionalmente sensibles, entre otras características.
En Costa Rica desde 2010 existe una legislación que ampara a esta población estudiantil. Se trata de la Ley para la Promoción de la Alta Dotación (8.899), donde se establece la atención que se le dará a este alumnado.
Además de la legislación, el Ministerio de Educación Pública (MEP) cuenta con otras herramientas para aplicar esta ley. Una de ellas es un reglamento que entró a regir desde 2015. Además del manual de orientación creado por la Unidad de alta dotación, talentos y creatividad.
En estos documentos se establece el proceso para identificar a los estudiantes con alto potencial dentro de los centros educativos. Cabe destacar que es un procedimiento que se realiza de forma integral y colaborativa entre familia, centro educativo y el MEP.
Un examen. En primera instancia, los estudiantes deben ser nominados para examinar si tienen alto potencial. En una consulta realizada por Columbia a Sandra Villalobos, jefa de la unidad, explicó quiénes pueden iniciar el proceso de identificación, para determinar si existe alta dotación.
“Lo primero es que la familia lo puede solicitar al centro educativo. También los docentes pueden iniciar un proceso de identificación cuando observan que hay un estudiante que tiene un desempeño más destacable en ciertas áreas o asignaturas”, explicó.
“También el mismo personal de las direcciones regionales como asesores, profesores que lo han visto participar en festivales, alguna olimpiada o en alguna actividad co-curricular pueden nominar un estudiante”, agregó.
Villalobos explicó que, a partir de la nominación, le corresponde al centro educativo conformar un equipo para identificar al estudiante.
De la misma forma, las instituciones escolares pueden solicitar la ayuda de las direcciones regionales para realizar la valoración.
Durante esta fase se busca reconocer y determinar las capacidades y áreas de mejora del alumno. Culmina con un informe que describa las fortalezas y puntos de mejora del estudiante.
Además, la institución educativa debe dar a conocer los recursos con los que cuenta. Así como las medidas educativas que se llevarán a cabo para satisfacer las necesidades educativas del estudiante. Esto con el fin de determinar si requerirá el apoyo de la dirección regional para estimular al alumno.
Al determinar que existe alta dotación, se aplicarán estrategias de flexibilización curricular. Estas estrategias buscan crear condiciones idóneas para potenciar las capacidades del estudiante dentro del sistema educativo.
