La venta del Banco de Costa Rica sigue siendo prioridad para el Gobierno, aunque aún no se ha presentado una nueva propuesta.
Aunque podría tener un impacto positivo en el corto plazo, la venta del Banco de Costa Rica (BCR) no es una opción socioeconómicamente viable, según el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe-UNA).
El Cinpe hizo un análisis de la propuesta de venta de la entidad bancaria, que fue impulsada mediante un proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo, archivado por la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa.
Aun así, el Gobierno ha manifestado su disposición a presentar nuevamente una iniciativa de ley cuyo fin sea la venta del activo, valorado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) entre 1.803 y 2.453 millones de dólares (que representa entre el 2.6% y el 3.6% del PIB).
¿Vale la pena su venta?
Según explicó el economista del Cinpe-UNA, Marco Otoya, la venta del BCR en el corto plazo podría tener un impacto positivo en los intereses de la deuda estatal.
“Efectivamente a nivel de las finanzas públicas o del gobierno central hay un impacto positivo en el corto plazo, pero también podríamos preguntarnos si ese efecto de corto plazo no lo podríamos lograr mediante otros mecanismos, es decir, continuar con el ajuste fiscal que ha sido o se ha realizado de una manera bastante eficiente, o por qué no mejorar la recaudación fiscal, reducir la evasión”, expresó Otoya.
No obstante, el criterio del Centro es que el Banco de Costa Rica tiene un valor más allá de su precio de venta, pues cumple funciones sociales y cubre cargas parafiscales en beneficio de instituciones como la CNE, CONAPE, INFOCOOP y el IVM y las OPC públicas.
Por ello, hay una serie de problemáticas que habría que analizar ante una potencial venta del BCR, según Otoya.
“¿Vale la pena vender un banco que es rentable, que funciona de manera financiera adecuadamente, perder la cobertura de una serie de sucursales a nivel regional en zonas que no necesariamente hay acceso a otro tipo de de bancos? Los vacíos que existen todavía nos dejan dudas de quién va a manejar la cartera de Banca para el Desarrollo, y además probablemente vamos a requerir modificaciones en lo que son la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional y por supuesto la Ley de Banca para el Desarrollo, también el tema de las cargas parafiscales, ¿quién las asume?”, expresó Otoya.
A criterio del economista, “el valor público de un activo estatal, en este caso el Banco de Costa Rica, no se puede medir a la ligera por su valor de mercado”.
Frente a frente desde el Congreso
Para el diputado del Frente Amplio, Jonathan Acuña, el análisis del Cinpe-UNA demuestra que la venta de la entidad bancaria es “un mal negocio”.
“Puede ser que mueva mínimamente la aguja de las finanzas públicas en el cortísimo plazo, pero tiene unas implicaciones en el mediano y largo plazo que implican que el país se quede sin la propiedad de unos dividendos que hoy se pueden dedicar a fines públicos, yo creo que es una muestra más de que ese proyecto no no tiene que tener ninguna viabilidad política y que no es el camino para resolver las finanzas públicas, que no es un camino justo y que más bien puede resultar contraproducente para el país”, apuntó Acuña.
Por su parte, la oficialista Pilar Cisneros sostiene que la venta del BCR es una opción beneficiosa para el país.
Cisneros defendió la propuesta de los señalamientos que hizo el Centro de la UNA.
“A juicio del Poder Ejecutivo la venta del BCR sería algo muy bueno para el país, porque primero nos permitiría atacar y reducir la deuda pública gigante que tiene este país, cuando casi la mitad de nuestro presupuesto se va solo en pagar deudas e intereses, por eso no nos queda dinero para invertir en infraestructura, en salud, en educación, en seguridad, en todas esas cosas que mejorarían el nivel de vida de los costarricenses”, aseveró Cisneros.
La oficialista indicó que las cargas parafiscales no se verían afectadas, “porque el proyecto de ley contempla una reserva para tener el dinero necesario”.
Asimismo, cuestionó que existan cuatro bancos estatales. “Con tener uno muy bueno y muy fuerte sería más que suficiente, dos tal vez, pero cuatro de ninguna manera”, manifestó.
