Las últimas determinaciones que el director técnico colombiano debe asumir deben estar sustentadas en su conocimiento, experiencia y éxito vivido. No hay margen de error.
Las horas están contadas. Los protocolos se activaron desde hace varias semanas para no tropezar. Ticos y kiwis se medirán con las luces de la ilusión encendidas. Pero solo uno saldrá vivo del foso de los leones cuando ruede el balón en tierras cataríes.
Bryan Oviedo, casi el seguro defensor por izquierda del país, sabe a que llegará. Está curtido en este tipo de cotejos. Su paso, tantos años por tierras europeas, lo catapulta para tener el criterio correcto de lo que se avecina.
Reconoce que sí se siente “un poco la parte de los nervios, pero hay que convertirlos en algo positivo, entonces, tengo muchísimas ganas de que llegue ese juego”, indicó el lateral izquierdo Bryan Oviedo.
No importará quien tenga mayor tiempo el balón en sus pies. No pasará nada con el número de opciones de gol creadas de cada uno de los dos rivales. Solo quedará uno de ellos, el otro regresará a su país.
El ganador, como verdad de perogrullo, será el que anote más veces. Es la máxima del fútbol. Este deporte fue creado para ganadores. Para los que logran anotar y logren salvar su marco el mayor número de veces. El fútbol, en ocasiones se gana por un solo gol y otras, muy pocas, por goleada.
Es cuando, como asegura el lateral izquierdo Bryan Oviedo, los nervios se tensan, pero es importante que se conviertan en una fortaleza positiva. Aplicar el concepto de psicología denominado resiliencia.
“Es obvio, que todavía faltan entrenamientos para prepararlo, pero, todos tenemos esa llama de que ya, ya, ya se acerque el momento, entonces lo que nos queda es poder entrenar bien y prepararnos bien”, reflexionó el experimentado jugador.
La parte mental debe convertirse en fortaleza. Ser un bloque granítico. Una verdadera muralla ante la adversidad. Los ticos ya lo han hecho en pruebas mucho mayores. Tienen con qué repetirlo.
Con Keylor Navas en la portería habrá garantía de tener al mejor guardameta del mundo resguardando el marco tricolor. El “Halcón” no solo infunde seguridad a los propios, si no, que genera el respeto de los rivales.
Con Keysher Fuller (si es el escogido), Oscar Duarte, Francisco Calvo y Bryan Oviedo se tendrá el valladar defensivo que levantó a la selección en la eliminatoria anterior, cuando las cosas de manera ofensiva no pintaban bien.
Dos medios centros, destruyendo y creando, como Celso Borges y Yeltsin Tejeda, serán los amos del medio centro costarricense y el punto máximo de equilibrio en el trabajo táctico.
El asunto se complica con el armado y los que serán llamados a partir de la zona media, o sea, quiénes por las bandas y cuál jugador se echará la responsabilidad de la creación atrás del número nueve.
El nueve de la selección ante Nueva Zelanda será, a no dudarlo, Joel Campbell. Como lo hizo en la fase octogonal pasada y con la necesidad que esté fino en los goles.
Como asegura Bryan Oviedo, quien si fuera escogido para esta prueba tan exigente, los nervios están elevados, pero la mente es poderosa y el equipo está unido en procura de alcanzar el objetivo una vez más.
