Por el contrario, el sector comercio espera con optimismo los próximos tres meses, ante llegada de época navideña.
El positivismo en el empresariado costarricense se mantiene para los últimos tres meses del 2024, según reveló el último Índice de Expectativas Empresariales (IEE).
Para este periodo, el indicador alcanzó un puntaje de 56.8, es decir, 0.8 puntos más que en la medición anterior.
Tres de los cinco sectores productivos aumentaron en esta calificación. Se trata del comercio, la manufactura y los servicios.
Por el contrario, tanto la construcción como el sector agro disminuyeron en su optimismo para los meses de octubre, noviembre y diciembre, según detalló la investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE), de la UCR, Gabriela González.
«El Índice General de Expectativas Empresariales se sitúa en un nivel de 56.8, en una escala de 0 a 100, permaneciendo en terreno positivo y manteniéndose optimista para el cuarto trimestre. Asimismo, se ha observado incremento en el optimismo de servicios, comercio y manufactura, con variaciones entre 1.2 y 3.4 puntos porcentuales; mientras que en el resto de los sectores se ha registrado un debilitamiento de al menos tres puntos porcentuales», explicó González.
El sector con mejor puntaje en sus expectativas de cara al último trimestre es el comercio, con un puntaje de 61.6.
El asesor económico de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR), Ricardo Carvajal, celebró este optimismo y explicó que, en parte, se relaciona con la confianza de los consumidores y la época navideña.
«Esto lo que nos hace es esperar una temporada de fin de año sumamente dinámica para el sector comercio, lo cual es una gran noticia, puesto que el comercio es el mayor empleador de personas a lo largo del país y un sector dinámico implica más generación de empleo. Particularmente, en esta época de empleos temporales, la cámara estimó la creación de aproximadamente 13.000 empleos temporales para la temporada de fin de año, pues es lo que se necesita para atender a los clientes de la mejor manera en una época donde tenemos gran afluencia en los comercios. Además, este optimismo se debe a que el consumidor también muestra confianza, de acuerdo al Índice de Confianza del Consumidor que publica también la UCR. Esperamos una temporada de fin de año muy exitosa para el sector, lo cual es una gran noticia para Costa Rica», destacó Carvajal.
Sin embargo, la preocupación viene del sector agro, el cual salió de la zona de optimismo y alcanzó un puntaje de 48.2.
El director ejecutivo de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), Martín Calderón, mencionó que esto se debe a la política del tipo de cambio del Banco Central de Costa Rica, así como a las afectaciones por el clima, lo cual podría llevarlos a una recesión en el sector.
«Desde la CNAA, consideramos que la disminución en el optimismo en el sector agropecuario, según los datos que revela la encuesta de la Universidad de Costa Rica sobre la opinión empresarial, está muy relacionado con el decrecimiento o el crecimiento negativo del Índice Mensual de Actividad Económica, que publica el Banco Central, que por tercer mes consecutivo ha tenido una disminución. Esto se debe, principalmente, a los efectos de la política cambiaria que tiene el Banco Central, así como a las inclemencias del clima o los fenómenos climáticos que hemos tenido durante los últimos meses, principalmente la sequía en inicios de año y ahora lo estamos viendo con los efectos de las altas precipitaciones que han caído en las últimas semanas. Asimismo, hemos estado reiterando, desde la cámara, que estamos a las puertas de una recesión de la actividad económica del sector agropecuario, por lo que es importante tomar acciones concretas para evitar dicha recesión e incluso una crisis sin precedentes», manifestó el director de la CNAA.
Finalmente, el secretario de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios (UNAG), José Oviedo, también atribuyó esta afectación al sector a los altos costos de producción y la competencia en el mercado.
«Todos los informes, censos y encuestas, en general, señalan una gran caída en la producción con respecto al sector agro. ¿A qué se debe la reducción? Las consecuencias son muchas y diversas. Por ejemplo, no hay acompañamiento del Estado, alto costo en la producción, cargas impositivas en la cadena de producción, mucha competencia desleal en el mercado, con precios por debajo de los costos de producción, una crisis climática que cuando tiene que llover no llueve y cuando esperamos lluvia hace verano», añadió Oviedo.